Todas las Ibizas se dieron cita ayer en el agroturismo Atzaró con motivo de la fiesta Wake Up Ibiza!, un evento que celebra la llegada de la primavera y que reunió a más de 10.000 personas a lo largo de la jornada. «El año pasado vinieron unas 12.000 en diferentes momentos del día y esta vez no pinta que vayan a ser menos», auguraba un portavoz de la organización por la mañana. No parecía exagerar, ya  que a primera hora de la tarde era imposible adivinar el color del suelo en buena parte del establecimiento. El aspecto del aparcamiento, pese a que hubo minibuses gratuitos desde Santa Eulària, también apuntaba a una asistencia récord.

El evento, uno de los más esperados en esta época del año, atrajo a multitud de residentes y turistas de todas las procedencias y edades y coincidió con un día verdaderamente caluroso. Para divertir, entretener y sorprender a tan variado público hubo un sinfín de propuestas con comida para todos los gustos, mucha música (hasta 15 actuaciones que culminaron con a medianoche con Anna Tur, dj de Ibiza Global Radio) y un mercadillo eco-cool con todo tipo de artesanías, bisutería, prendas de moda, accesorios y arte con más de 30 puestos repartidos por todo el recinto de Atzaró.

Además, también se habilitó un área infantil, donde decenas de niños disfrutaron de espectáculos escénicos. Otros también se maquillaron la cara con dibujos de flores, mariposas, princesas y superhéroes. En un rincón, Lisa, una chica holandesa, ayudaba a los más pequeños a decorar sus huevos de Pascua. «Hemos hervido un centenar y, cuando los tengamos listos, los esconderemos en cualquier rincón y ellos tendrán que intentar encontrarlos», explicó.

En otro puesto, Lucía, una chica de 12 años, mostraba coqueta la flor que le acababan de tatuar en una mano. «Es de henna, se irá en una semana; uno de verdad no me pondría», comentaba mientas sus amigas, venidas de Madrid, hacían turno para lograr el suyo.

Ante la ‘marabunta' de visitantes, algún rincón se presentaba como un tranquilo remanso de paz como el espacio donde pintaba sus grafitis abstractos el artista belga Hadrien Cüpper. «Con las cosas que han pasado esta semana [los atentados de Bruselas] te das cuenta que cada día debes disfrutar y celebrar la vida, como hoy [ayer para el lector] aquí», sentenció. Dicho y hecho.