Mañana a las 18.00 horas el famoso Guyi Guyi, ese cocodrilo que se cree un pato creado por la compañía Periferia Teatro desembarcará en el Centro Cultural de Jesús.

Será una magnífica oportunidad para disfrutar con esta obra de gran valor pedagógico que supone un importante alegato contra la discriminación y lo diferente y que desde su puesta en marcha en 2010 ha logrado, entre otros galardones, el Premio al mejor espectáculo de títeres en la Feria Internacional de Teatro para niños (Feten) o los premios Drac d'Or al mejor espectáculo para niños y mejor interpretación en la XXI Fira de Titelles de Lleida.

«Lo cierto es que hemos logrado una obra muy completa, en la que además de conseguir que los niños de entre 3 y 10 años se lo pasen en grande con las marionetas, también hemos logrado que aprendan lo importante de superar nuestras reticencias ante niños adoptados, inmigrantes, personas de otra raza o de otro sexo», aseguró ayer a este periódico Mariso García, actriz de la obra y una de las encargadas de la adaptación teatral y la construcción de las marionetas.

Incluso, Mariso García bromea con que su obra y su personaje, el cocodrilo Guyi Guyi se ha convertido en «un símbolo de la lucha por la igualdad». Lo cierto es que, bromas aparte, la historia de este cocodrilo que crece entre patos creyéndose uno de ellos hasta que se cruza con un cocodrilo que come patos y su lucha posterior por ser él mismo, mezcla a la perfección el teatro tradicional de marionetas con la concienciación.

En este sentido, García tambien asegura que buena parte del éxito se debe a la magia que desprenden los propios títeres de esta obra de unos cincuenta minutos, con la presencia de dos actrices y un técnico en escena. «El teatro de marionetas consigue captar muy rápidamente la atención de los niños, e incluso de los adultos, porque tiene la magia de devolver a la realidad a un objeto, algo que deseamos todos desde que somos pequeños», confirma.