Hoy, un lustro después, todo esto no ha parado de crecer como demuestra el número cada vez mayor de hoteles estilo Ushuaïa o Hard Rock Hotel, restaurantes y beach club de alto poder adquisitivo. Incluso, Eivissa puede presumir de tener el restaurante más caro del mundo, el Sublimotion de Paco Roncero en el Hard Rock Hotel de Platja d'en Bossa.
Algo que ha hecho que cada vez sea más frecuente ver en la televisión o en los medios de comunicación escritos o de internet cómo por nuestra isla desfila una amplia prole de deportistas, actores, cantantes, modelos, personajes del mundo de la farándula o simplemente millonarios en busca de estos servicios solo aptos para sus bolsillos. Son los que toda la vida se han dado en llamar Very Importan People (VIP).
Sin embargo, para que todo esto funcione y la isla continúe siendo uno de los grandes referente del lujo, es necesario el trabajo silencioso, como hormigas, de un amplio número de personas llegadas desde todas partes del mundo, desde camareros a cocineros, pasando por personal de mantenimiento, jardineros, recepcionistas, comerciales, animadores o managers.
No en vano, nuestra isla duplica su población durante la temporada estival debido a todos aquellos que vienen para ocupar un puesto de trabajo o una oportunidad de empleo. De hecho es habitual que algunos de los beach clubs, hoteles, discotecas o restaurantes más destacados realicen lo que se ha dado en llamar ‘jornada de open jobs' y que consiste en entrevistas a candidatos para componer la plantilla final. En algunas se llegan a presentar unas 2.000 personas llegadas de todas partes del mundo.
No es fácil encontrar trabajo
Aún así, no es nada fácil conseguir trabajar en el sector del lujo a pesar de que muchos de los candidatos presentan un curriculum envidiable, fundamentalmente, relacionado con el mundo de la hostelería. Hablar varios idiomas, una buena presencia física, tener siempre una sonrisa en la cara, experiencia al más alto nivel y estar dispuestos a trabajar muchas horas, en ocasiones bajo un fuerte calor, y sabiendo que Eivissa, degraciadamente no da segundas oportunidades, son requisitos imprescindibles para poder tener un hueco en algunos de los beach clubs más exclusivos de la isla.
Por todo ello no es extraño que nuestra isla se convierta en una auténtica Torre de Babel durante cinco meses. Es frecuente ver trabajando codo con codo en estos establecimientos a trabajadores venidos de todas partes del mundo. Austriacos, polacos, argentinos, ingleses y por supuesto españoles, llegados de cualquier comunidad autónoma, por lejana que parezca, hacen horas y horas en multitud de puestos de trabajo, algunos con denominaciones que la mayoría de los mortales no saben ni que existen.
Puestos como el de VIP manager (coordinador de la gente importante que acude al local); VIP superviser (supervisor de la gente VIP), encargado de Delivery (pedidos y reparto), hostess de un restaurante (la persona que te recibe, te lleva a la mesa y atiende tus necesidades) o bartender (coctelero) están a la orden del día. «Mi trabajo consiste en intentar que acudan los famosos a nuestro beach club, coordinarlos, que no les falte de nada, que estén contentos y hacer todo lo posible para que repitan al año que viene», resume al respecto Claudio Trobato, VIP manager de Ocean Beach Ibiza.
Pero no se engañen, no todos los trabajadores de estos locales llevan adosado a su puesto laboral las siglas VIP. También hay camareros, electricistas, personal de seguridad, personal de mantenimiento o personal de limpieza. Porque sin ellos, con o sin dinero, ningunas vacaciones serían igual.
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