Sin embargo, lo que no cambia es el nombre de las dos personas encargadas de la traducción desde el sueco al castellano, Martin Lexell y el profesor ibicenco de Lengua y Literatura en la Universidad Complutense de Madrid, Juan José Ortega. Y es que casi diez años después, este hombre de sonrisa permanente que habla siete idiomas y que hizo su tesis doctoral sobre el rumano, se ha vuelto a embarcar en la aventura de dar forma en nuestro idioma a estas intrigas que han conquistado a más de 80 millones de lectores en todo el mundo.
La «aventura» comenzó para Ortega, de 47 años, cuando su profesor de sueco en la Escuela Oficial de Idiomas de Madrid, Martin Lexell, le propuso traducir al castellano una trilogía del por entonces casi desconocido escritor nórdico Stieg Larsson. Tenían tres años para entregarlo, pero el éxito del primer volumen, Los hombres que no amaban a las mujeres, lo precipitó todo. «Fue mi primera experiencia como traductor profesional, trabajabamos con muchas ganas durante nueve meses, pero cuando entregamos el primer ejemplar en julio de 2008 ninguno creímos que podría ser el fenómeno de ventas en que se convirtió en tan poco tiempo», aseguró ayer el ibicenco a este periódico.
Así, sus siguientes meses fueron frenéticos. Los plazos de entrega se acortaron y la traducción «se convirtió en una divertida locura». Juan José Ortega trabajó a contrarreloj durante el verano en Eivissa, «sin poder disfrutar de mi querida playa», pegado al teclado y a la pantalla del ordenador para entregar en octubre el segundo ejemplar, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, y antes de la Navidad de 2009, el tercero y definitivo, La reina en el palacio de las corrientes de aire.
Seguridad máxima
Después, su vida «volvió a la normalidad» de sus clases en la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid, hasta que hace unos meses volvieron a recibir la llamada de la Editorial Destino para traducir la cuarta aventura de Salander y Blomkvist, Lo que no te mata te hace más fuerte. Una tarea que ha sido de todo menos sencilla. De hecho, escuchando a Juan José Ortega casi parece una película de ciencia ficción. «Se tenía un miedo atroz a la piratería, hemos trabajado sobre un manuscrito en papel de David Lagercrantz, en ordenadores sin acceso a internet y con un secretismo digno de cualquier agencia de investigación», bromea.
Otra vez los plazos fueron muy cortos pero se cumplieron. El profesor ibicenco y su homólogo Martin Lexell entregaron la primera parte de la traducción en abril, la segunda casi un mes después y la tercera en junio antes de que la editorial cerrara en agosto. Aún así, Ortega afirma que no ha notado más presión por ser una saga con tantos millones de lectores, sino que ha vuelto a disfrutar «muchísimo». «Hacer traducciones es maravilloso porque es como ir quitando capas, del sueco al castellano, para que el lector de nuestro país entienda a la perfección todo lo que se cuenta sin que se pierda su esencia original», explicó ayer a este periódico. Además, asegura que forma «un tándem perfecto» con Lexell, puesto que cada uno «aporta su visión de dos culturas muy distintas y con costumbres muy diferentes, como por ejemplo tutear a casi a todo el mundo, incluso el propio primer ministro del país».
«No soy parte del éxito»
Por todo ello, Juan Jose Ortega está «tremendamente» orgulloso del trabajo hecho con los cuatro ejemplares aunque no se siente partícipe del éxito. Eso sí, le «emociona» el orgullo de los amigos y familiares que presumen de conocer al traductor de la saga Millennium y el escuchar en el cine a los protagonistas «decir en castellano alguna de las frases que adapté para la novela».
Eso sí, cinematográficamente hablando y como experto en la materia se queda con la primera parte de la trilogía y, por supuesto, nada que hablar sobre la versión norteamericana. Y sobre el libro Lo que no te mata te hace más fuerte sólo puede adelantar «que veremos a una Lisbeth Salander mucho más madura dentro de su fuerte personalidad».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.