Se esperaba una velada repleta de sorpresas, elegancia, gente guapa, buena energía, champán, canapés y una programación perfecta y Lío, no solo cumplió las expectativas, sino que se superó un año más y subió la temperatura con varios espectáculos cargados de sensualidad que dejaron con la boca abierta a más de un invitado.

La cita, que tuvo lugar este miércoles, contó con numerosas personalidades de la isla, medios y un sinfín de amigos que no quisieron perderse un aniversario tan especial. Una velada de reencuentros que comenzó con una divertida presentación que invitaba a todos los asistentes a alzar sus copas y brindar por una gran noche. Y a partir de ahí, se desencadenó la locura.

Durante el transcurso de la fiesta, las actuaciones se iban alternando con la espontaneidad del ambiente y no faltó una puesta en escena sobresaliente, comida, bebida y mucha diversión. Los números musicales, para todos los gustos: desde solistas de altísimo nivel que interpretaron temas como Thinking out loud o Ain't no sunshine, la elegancia de los bailes en pareja, coreografías imposibles perfectamente ejecutadas como Shake it off, una de las más aplaudidas, mucho ritmo caribeño y sobre todo, las escenas más sensuales que llegaron a su punto álgido al final de la noche, cuando un bailarín protagonizó con una barra un espectáculo de alto voltaje. Todo un regalo que permitió vivir la experiencia Lío en toda su magnitud con sus vistas sobre el mar y Dalt Vila.