Agentes de la Guardia Civil detuvieron ayer a tres personas en el marco de una operación antidroga efectuada en tres inmuebles de la isla de Ibiza, dos viviendas situadas en Cala Vadella y una nave de grandes dimensiones ubicada en el polígono industrial Montecristo. En ambas redadas los agentes hallaron importantes cantidades de marihuana que se cultivaban en interior para su posterior venta y distribución. Uno de los detenidos tendría relación con la organización de motociclistas ‘Ángeles del Infierno', según fuentes de la investigación. Al parecer se busca a un cuarto integrante de la banda que huyó del polígono en motocicleta cuando se percató de la presencia policial. Al cierre de esta edición la operación continuaba abierta, por lo que no se descartan nuevas detenciones.

Dispositivo y hallazgos

El dispositivo lo conforman agentes de la Policía Judicial de Ibiza y de la Unidad Central Operativa (UCO) desplazados desde Mallorca, con apoyo de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic). Las enormes dimensiones de la plantación obligaron a los agentes a permanecer en el interior de la nave durante varias horas para su registro y desmantelamiento. En el exterior también se inspeccionó un yate deportivo de lujo.

Según información a la que tuvo acceso esta redacción, en las dependencias de la nave industrial se encontró un laboratorio de grandes proporciones con al menos un millar de plantas de marihuana alimentadas mediante medio centenar de focos, de entre 600 y 2.400 vatios, que servían para la iluminación y el crecimiento del cultivo de cannabis. También disponían de sofisticados equipos para la ventilación del vivero y grandes filtros de carbón para evitar que el olor que desprenden las plantas en su fase de floración saliera al exterior. Los agentes se incautaron de las plantas y de cogollos ya recolectados que estaban metidos en bolsas, así como cajas de cartón dispuestas para su embalaje, y bolsas y básculas de precisión para su dosificación.

Los productores habían enganchado la luz a la red general, lo que también implicaba un fraude a la compañía eléctrica. Los agentes, que contaron con la colaboración de varias personas, emplearon mazas, palancas e incluso una radial para desmontar el laboratorio e incautarse de la plantación ilegal.

Según indicó un trabajador de la zona, el principal encargado del cultivo es un hombre corpulento de origen alemán y avanzada edad, que solía mostrar una actitud agresiva con quienes merodeaban la nave, muy próxima a la sede de la Fundació Deixalles.

La Guardia Civil detuvo a los responsables de las plantaciones de marihuana como presuntos autores de los delitos de tráfico de drogas, cultivo o elaboración de estupefacientes y defraudación del fluido eléctrico.