La Fiscalía ha decretado la prisión preventiva del sospechoso, que no cuenta con antecedentes policiales en Alemania, ante la acumulación de evidencias en su contra.
Por el momento, apuntó el portavoz de la Policía de Ludwigsburg, Peter Windenhorn, Oliva se ha negado a declarar y se encuentra hospitalizado por heridas que al parecer se infringió a sí mismo y bajo vigilancia policial.
La muerte de los dos niños, Miguel y Leonardo, se produjo entre el viernes por la noche y el sábado por la tarde en la vivienda del español, que se había separado hace meses de su mujer, de 34 años y nacionalidad rusa.
El hombre recogió el viernes por la tarde a sus dos hijos de la guardería, tal y como estaba acordado con su mujer, quien descubrió los cadáveres de ambos pasadas las 21.00 horas del sábado.
Según los primeros resultados que han ofrecido las autopsias, los menores presentaban una «profunda cuchillada» en el pecho -presuntamente con un cuchillo de cocina ya incautado por la policía- y una serie de golpes en la cabeza con un objeto contundente.
Los detalles concretos del suceso y su cronología aún no se han establecido, explicó Windenhorn, quien añadió que la policía criminal sigue examinando el lugar del doble crimen.
Oliva llegó con su mujer y sus hijos, nacidos en Sevilla, a finales de 2015 a Vaihingen y a los meses decidieron separarse, apuntó el portavoz.
La familia era conocida por los servicios sociales de la localidad a raíz del proceso de separación de los progenitores, pero no por la policía, que asegura no haber tenido constancia previa alguna de comportamientos violentos por parte del padre.
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qué, ahora la nacionalidad es titular... si no fuera español otro gallo cantara..