Las llamas arrasaron una chimenea y todo el mobiliario que estaba más próximo como sillones y televisores. Foto: P. S. P.

«El corazón me iba a tope. Mi marido está de viaje y estaba sola en casa con los tres pequeños cuando nos ha avisado un vecino. Ha sido un susto muy grande». Son palabras de Loubna, una de las vecinas que ayer fueron desalojadas a primera hora del día en el número 23 de la calle del Mar de Santa Eulària. «Gritaban ¡fuego, fuego! Cogí a Sabrin, la pequeña de dos años, y a los gemelos Sobaid y Zaid, de 5, y bajamos corriendo entre el humo. Pasamos mucho miedo». Un panorama similar lo sufrió Margarita Guillén y su familia. Ella, su hija y sus nietos Alejandro y Javi, de 7 y 4 años, fueron desalojados por la Policía Local. A Patrocinio López y su familia les alertó un vecino del primero. «Imagínate qué miedo. Mi hijo tiene un bebé de un mes y tuvimos que salir todos corriendo sin saber qué pasaba», apuntó.

La alerta saltó en torno a las 6 horas. La escalera del edificio era invadida por el humo que procedía de un incendio desencadenado en el bar Hypnose, localizado en los bajos del edificio de cinco plantas.

Según testigos presenciales, el primer agente que llegó encontró la puerta del establecimiento abierta. Algunos vecinos y la Policía Local de Santa Eulària fueron alertando puerta por puerta a las personas que dormían en sus casas.

Poco después, a los policías se sumaron efectivos de la Guardia Civil, una ambulancia del 061 y una dotación de seis bomberos con dos vehículos, uno nodriza y una bomba urbana.

Con los vecinos en pijama y con la zona acordonada, los bomberos sofocaron las últimas llamas que afectaban el interior del local y retiraban los muebles devorados por el fuego: varios sillones, un sofá, un equipo de música y una televisión, entre otros elementos, daños valorados en unos 10.000 euros.

Los bomberos refrescaron la zona y ventilaron el edificio para que los vecinos pudiesen regresar a sus viviendas pasadas las 8 de la mañana.

Los agentes de la Policía Local precintaron el local y la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación. Por el momento, no se descarta ninguna hipótesis. El local dispone de cámaras de seguridad, pero no funcionaban desde hace unos días, según apuntó al PERIÓDICO de IBIZA Y FORMENTERA Patricia Nasseti, responsable del bar Hypnose.

Los vecinos denuncian que lo sufrido ayer es «el enésimo problema causado por un establecimiento que hemos denunciado en reiteradas ocasiones. Aquí hay peleas, escándalos, entran en nuestro portal a hacer sus necesidades y por la mañana todo está lleno de vómitos», apuntaron los vecinos.

Por su parte, la responsable del local subrayó que las acusaciones de los vecinos son «exageradas» y que hace tres meses que controlan el acceso de los clientes que causaban molestias. «Es cierto que hace un mes vino la Guardia Civil con perros antidroga, pero no encontraron nada. Decían que se vendía drogas a menores y es falso», subrayó Nasseti, quien apuntó que acababa de denunciar ante la Policía Local a un individuo que horas antes del incendio le había increpado y amenazado de muerte en el local. «He denunciado a un hombre que me acosa desde hace meses porque le impedimos la entrada. Hace unos días me pinchó las ruedas del coche. Espero que la policía lo investigue», resaltó.

Lourdes, propietaria de una de las viviendas del primer piso, denunció estar sufriendo «una pesadilla desde hace un año y medio. Con la antigua cafetería no había problemas, pero los nuevos inquilinos han traído una clientela que sólo da problemas».