En el auto, el Ministerio Público reclama también la inhabilitación especial para el ejercicio de cualquier profesión docente durante el tiempo que permanezca en prisión, en caso de sentencia condenatoria, así como 35 años de libertad vigilada.
Igualmente, solicita que se prohíba al acusado aproximarse a sus víctimas a una distancia no inferior de 500 metros en periodos de tiempo que oscilan entre los doce y los cinco años, incluidos los permisos penitenciarios, según cada caso.
El Ministerio Fiscal acusa al docente de catorce delitos continuados de abuso sexual, si bien el profesor siempre ha defendido su inocencia y ha negado los hechos.
Entre las denunciantes hay menores de edad que sufrieron abusos en los últimos años y jóvenes de hasta 24 años que los padecieron cuando eran niñas.
Respecto a la responsabilidad civil, la Fiscalía exige al procesado, al colegio Valdeluz y a Mapfre, la aseguradora del centro, el pago de 270.00 euros a siete menores por los daños morales ocasionados.
Asimismo, reclama por idéntico concepto otros 240.000 euros al procesado y a la academia como responsable civil subsidiario.
El profesor trabajó en el colegio Valdeluz desde 1999 donde impartía Ética, Música y Religión. Además, era también tutor de algunos cursos de bachillerato e incluso regentaba una academia de música en un local próximo al centro escolar donde impartía clase a algunas menores que eran también alumnas suyas en el Valdeluz.
Durante el transcurso de las clases, según el relato del fiscal, «aprovechando su superior situación de docente sobre las menores» y la privacidad de las clases individuales que impartía, el acusado «siempre con la intención de satisfacer su deseo sexual» fue desplegando conductas sobre las menores «que comenzaban con besos en las mejillas y abrazos».
Esta conducta fue «progresivamente» aumentando para pasar a besos en la boca, caricias en las piernas por la zona de los muslos y en las espalda, «hasta llegar a tocamientos de los senos, los glúteos y la zona vaginal» indistintamente por encima o por debajo de la ropa.
Incluso, agrega la Fiscalía, les incitaba a que le tocaran sus genitales «y llegando en algún caso concreto a introducir sus dedos en la vagina de las menores».
La Fiscalía recuerda que los tocamientos se produjeron también en el transcurso de una barbacoa que el procesado celebró en su vivienda de la localidad madrileña de Sevilla la Nueva.
En su última comparecencia judicial, Andrés D.D. negó haber cometido esos abusos, se ratificó en su inocencia y aseguró desconocer los motivos que llevan a las menores a señalarle, pues su relación con las alumnas era «cordial» y «correcta» y no cree que existiera una especial animadversión de las chicas hacia él.
Sin embargo, conjeturó como posible razón de las denuncias una especie de «venganza» hacia su mujer, directora de la academia de música -donde él también daba clase y donde podría haber abusado de algunas alumnas-, porque tenía fama de ser «muy dura».
También dijo que podrían deberse al «afán de protagonismo» de alguna de las menores y al «efecto dominó» provocado en las demás.
El profesor, único acusado del caso y detenido el 11 de febrero de 2014, estuvo dos meses en prisión preventiva, pero el juez decretó posteriormente su libertad condicional, con obligación de comparecer en el juzgado los días 6 y 20 de cada mes, la retirada del pasaporte y la prohibición de acercarse al centro educativo.
Ahora tan solo queda que la Audiencia Provincial de Madrid fije la fecha para la celebración de la vista oral.
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
TONTERIAS LA CONSTITUCION TIENE FIJADO UN TOPE DE TREINTA AÑOS,ADEMAS SI TRABAJAS,ESTUDIAS,O FAS BONDE EN LA CARCEL TE REDUCEN LA CONDENA,O SEA QUE EN DIEZ AÑOS A LA CALLE.
"69"?? la cifra que va en Cachondeo?? ( este ser no deberia salir jamas de la carcel...)