Treinta y seis muertos y 72 lesionados es, por el momento, el balance oficial de la tragedia ocurrida este martes en el municipio mexicano de Tultepec, donde seis explosiones desencadenaron el caos en un mercado de pirotecnia.
Minutos antes de las 15.00 hora local (21.00 GMT) en el Mercado de Pirotecnia de San Pablito se registró una ola de explosiones que acabaron con la vida de 26 personas que visitaban el lugar, muy concurrido en la temporada navideña, o trabajaban allí.
Otras personas murieron en los centros de salud donde fueron trasladados cuando llegaron al lugar cuerpos de Protección Civil, de bomberos y agentes estatales y federales para apagar el incendio y rescatar a las víctimas.
Entre los heridos se contabilizan 37 hombres, 25 mujeres y diez menores de edad. Sin embargo, de los 72 hospitalizados, 21 de ellos ya fueron dados de alta, dijo a Televisa el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila.
El número oficial de desaparecidos continúa siendo una incógnita, debido a la dificultad que hay para reconocer a las víctimas por la gravedad de las quemaduras.
El gobernador advirtió que, respecto a los fallecidos, «la mayoría no hay posibilidad de identificarlos físicamente».
Sin embargo, «peritos de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) y de la procuraduría estatal están haciendo exámenes de genética para identificar a las personas correspondientes», afirmó Ávila.
Investigación
La PGR, quien tiene la competencia en este caso, anunció que abrió una investigación por lo ocurrido, por tratarse de una violación a la Ley de Fuegos y Explosivos.
Poco después de brotar el incidente, en las redes sociales comenzaron a circular vídeos del lugar de la catástrofe, en los que se ven grandes columnas de humo gris, así como explosiones y fuegos artificiales estallando.
Las imágenes contrastan con el aspecto que habitualmente presentaba el mercado, compuesto por varias filas de puestos al aire libre alrededor de los cuales se estacionan los vehículos de los visitantes.
De acuerdo con el secretario de Gobierno del Estado de México, José Manzur, en la actualidad el mercado aglutina 300 locales todos ellos con sus correspondientes permisos municipales y federales.
En entrevista con Milenio Televisión, Manzur indicó que la última inspección del mercado se dio en noviembre de este año.
Según los testigos de lo ocurrido, agregó, todo comenzó cuando «un cohete se prendió y corrió a donde había una gran cantidad de material de pirotecnia».
Tultepec presumía de que San Pablito estaba considerado como «el mercado de fuegos de artificios más seguro de Latinoamérica», como afirmó el Gobierno municipal en un comunicado publicado el pasado 12 de diciembre, cuando el lugar se preparaba para las multitudinarias compras con motivo de las festividades.
Esto según los datos proporcionado por el director del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia, Juan Ignacio Rodarte, quien aseguró que el lugar tenía «puestos perfectamente diseñados y con los espacios suficientes para que no se dé una conflagración en cadena en caso de un chispazo».
No obstante, Tultepec ha sido en varias ocasiones escenario de incidentes similares. En 2005, un centenar de personas resultaron heridas, en su mayoría con lesiones leves y otros que sufrieron crisis nerviosas, a raíz de una explosión que arrasó un mercado pirotécnico.
Cinco años después explotó un contenedor de pólvora de un taller de juegos pirotécnicos, dejando tres muertos y dos heridos graves, mientras que en 2012 hubo otra víctima mortal en la zona por las mismas razones.
Lupe Hernández, mujer de 43 años que estaba en el mercado cuando se produjo la explosión, dijo a Efe que el incidente ha sido «el mayor susto de mi vida».
Dos de sus amigos están en el hospital de la Cruz Roja de la capital mexicana, un hecho que le tranquiliza porque «los más graves están en (el hospital de) Lomas Verdes», también en la Ciudad de México.
Otro de los testigos, Arturo Solano, estaba haciendo unas compras en el centro de Tutelpec cuando escuchó la explosión, por lo que fue al mercado para ver qué había pasado.
«El humo negro era devastador, en mi carro pude traerme a mi abuela, a mi tío y a uno que no conozco. Esto ha sido terrible», relata a Efe este hombre de mediana edad que también se dedica a la pirotecnia, trabajo que desempeña consciente de que hay «riesgos».
«Pero igual el que maneja un camión se puede voltear», comentó Solano.
Este martes también se registró en el país, esta vez en el central estado de Hidalgo, una explosión en un taller clandestino de pirotecnia ubicado en el municipio de Lolotla, que dejó una persona muerta y dos lesionadas, confirmaron a Efe fuentes de Protección Civil de la región.
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