Ayer se celebró la segunda jornada del juicio contra Manuel Vega y el exsubdirector, Francisco López, acusados de un delito de prevaricación por ordenar eliminar un expediente disciplinario contra un interno al que se le había abierto un pliego de cargos «por haber agredido a otro preso».
La titular del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano, dejó el caso visto para sentencia tras la declaración de los tres últimos testigos y el turno de última palabra de los dos acusados.
El Ministerio Fiscal mantuvo su petición de 7 años de inhabilitación por un delito de prevaricación porque, según dijo, «ha quedado constatado que se incoó un expediente y se anuló irregularmente». La acusación popular eleva la solicitud de pena hasta los 10 años. La defensa ejercida por la Abogacía del Estado solicita la libre absolución ya que, según argumentó, «los antecedentes demuestran que no hubo arbitrariedad ni injusticia» . Los hechos juzgados se remontan al 9 de junio de 2009 cuando un funcionario realizó un parte de una agresión de un interno, Ali Mansour, a otro. Un agresión que según varios testigos era imposible de ver desde la oficina de vigilancia del funcionario. Ayer el funcionario que informó de los hechos señaló que vio al interno ya en el suelo.
La defensa subrayó que la administración de Justicia tiene la finalidad de «reeducar» y que Manuel Vega «cumplió a rajatabla el reglamento penitenciario. El expediente no tenía las dos firmas preceptivas».
2 comentarios
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Vis a Vis, tendrá toda la pinta que a ti te apetezca que tenga, pero "gracias" a la desaparición de ese expediente disciplinario efectuada por los dos acusados, el interno agresor, sintiéndose impune y con posterioridad, destrozó instalaciones de la prisión, agredió a otros internos y amenazó y agredió a dos funcionarios. No se puede consentir que personajes como los acusados esten al frente de centros penitenciarios.
Pues tiene toda la pinta de ser una venganza, porque el delito que se le imputa es una tontería. Lo realmente grave son las mil y pico de agresiones que han sufrido los funcionarios de prisiones en los ultimos años, que no se cubran las plazas vacantes y que les paguen una miseria.