El taxista llevó al ladrón desde Figueretes a la calle d’en Bossa, lugar donde le atracó esgrimiendo un cuchillo. Foto: DANIEL ESPINOSA

«En verano se viven situaciones muy complicadas y peligrosas, pero nada comparado con el hecho de que te pongan el filo de un cuchillo en la garganta. En ese momento sólo piensas en la familia». Es el testimonio del taxista que la madrugada del lunes fue atracado por un cliente en Platja d’en Bossa.

24 horas después de los hechos, la víctima, que prefiere mantenerse en el anonimato, regresó ayer a su trabajo como conductor de un taxi, pero en la mente todavía tenía muy presente los minutos de «tensión, miedo y rabia» vividos en torno a las 5.30 horas del lunes.

«Era un hombre muy correcto, bien vestido y no iba bebido. Nada que me hiciese sospechar hasta que me sorprendió por la espalda», explicó el conductor, que lleva tres años ejerciendo la profesión en Eivissa, donde llegó hace 11 años.

El conductor relató que, al llegar a la dirección indicada, el cliente sacó un cuchillo jamonero de grandes dimensiones y le puso el filo a la altura de la garganta. El hombre le pidió que rompiese la conexión de la radio frecuencia y que le diese las llaves del vehículo. «En esos segundos piensas en la familia y no te queda otra que hacer lo que te dicen porque la hoja del cuchillo me tocaba la piel», comentó. El taxista arrancó la conexión de la radio y el atracador huyó con 120 euros y las llaves del coche. «Antes de irse me dijo que lo hacía por necesidad y yo le respondí que se buscase un trabajo», apuntó. El conductor víctima del robo a mano armada hizo hincapié en que la sensación de inseguridad es muy grande: «Nunca sabes por donde te va a venir el peligro. En verano, hay muchos clientes que van muy mal y a veces haces una criba pero este hombre no me hizo sospechar. Ya ves, al final te puede sorprender cualquiera».

La Policía Nacional investiga el caso y busca al autor de este robo. La víctima confía en que lo detengan pronto.