Eran las doce del mediodía cuando lo que comenzó como una maniobra de aparcamiento acabó en un aparatoso accidente que, afortunadamente, se saldó en daños materiales en el coche Range Rover y pequeñas astillas en el recientemente rehabilitado Alegría, un tradicional barco de pesca de Eivissa que estaba amarrado en el pantalán principal del Club Náutico de Sant Antoni.
El accidente se desencadenó cuando el conductor del vehículo, de nacionalidad francesa, se bajó en el acceso al pantalán principal para coger algo del maletero dejando una marcha puesta. El coche empezó a recorrer los poco más de seis metros que había hasta la zona de amarres con otros ocupantes en su interior. En su intento por frenarlo, el conductor vio como una de las ruedas del vehículo pasaba por encima suya antes de precipitarse frontalmente sobre el lado de estribor del llaüt de nombre Alegría.
El todoterreno quedó suspendido en equilibrio y la presencia del llaüt evitó que el mismo acabase en el fondo del mar. El gerente del Club Náutico, Joan Roselló, explicó que «rápidamente el personal se dirigió a la zona del siniestro para auxiliar a los afectados. Engancharon el todo terreno a otro vehículo con un cabrestante a la espera de la llegada de un camión grúa. La operación para retirar el coche se prolongó durante algo más de media hora.
Françoise Gasse, un médico que trabaja para UNICEF, mostró su satisfacción por la resistencia demostrada por el Alegría, una embarcación que pesa entre 4 y 5 toneladas. Recordó que adquirió el llaüt hace 19 años. Gasse apuntó que lo que en principio fue un sobresalto «ha acabado de manera feliz porque el Alegría ha respondido» y no ha habido daños personales graves.
El conductor resultó herido leve y la Policía Local realizó un atestado del accidente.
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