La Guardia Civil, en el marco de la operación denominada 'Busardo', cuyas investigaciones se iniciaron en junio del año pasado en la provincia de Huesca y que han sido desarrolladas en Jerez de la Frontera (Cádiz), Valladolid, Arona (Tenerife) y Madrid, ha desmantelado una organización que se dedicaba a cometer diversas estafas.

La organización ha llevado a cabo estafas a empresas mayoristas de viajes y alojamientos por Internet, y ha hecho un uso fraudulento de tarjetas que habían sido robadas o clonadas, sobre todo, a ciudadanos alemanes. Para dar credibilidad a sus acciones, habían organizado para este mes de julio una falsa concentración de vehículos y motocicletas de lujo y clásicos en el circuito de velocidad de Jerez.

En total, han resultado detenidas 13 personas, 10 hombres de entre 20 y 55 años vecinos de Cornellá de Llobregat (Barcelona), Valladolid y Arona (Tenerife), y tres mujeres de Palencia y Sevilla. Asimismo, han sido imputadas otras nueve personas: seis hombres de Palencia, Barcelona e Illes Balears y tres mujeres de Palencia y Sevilla, según ha informado la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca.

En el mes de junio del año pasado, personal del Equipo de Delitos Informáticos de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca (EDITE) y del Equipo de Policía Judicial de Barbastro (Cádiz), iniciaron una investigación a raíz de las denuncias presentadas por una empresa de reserva de viajes a través de Internet, a la que le habían estafado en la contratación, entre otras cosas, de paquetes vacacionales, viajes, estancias y vuelos.

Además, a lo largo de 2015, el grupo criminal ha recibido denuncias por el abono de reservas de viajes a Panamá, Barcelona y Tenerife abonadas con tarjetas de crédito robadas, clonadas o duplicadas. Para ello, realizaban cientos de tentativas que no llegaron a consumarse, gracias a las medidas de seguridad implantadas tanto en la empresa que organiza los viajes, como en las que gestionan las tarjetas de crédito.

Desde el comienzo de la operación 'Busardo', que se llevó a cabo bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 1 de Boltaña (Huesca), la investigación ha sido compleja debido a los entramados de direcciones IP, números de teléfono y servidores que utilizaba la organización para evitar que se descubriese su localización.

El grupo efectuaba el pago mediante tarjetas de crédito, la mayoría de origen alemán, que eran robadas, clonadas o duplicadas, y cuyo uso ilegal era denunciado por sus propietarios.

Además, los estafadores crearon una supuesta agencia de viajes en Internet, a través de la que gestionaban viajes y estancias. Los detenidos cobraban transferencias bancarias a los particulares y luego abonaban la cantidad a los mayoristas con tarjetas de crédito robadas, clonadas o duplicadas.