En rueda de prensa, el titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, dijo que en la celda del fugitivo se encontró «un hueco de 50 por 50 centímetros y 1,5 metros de profundidad que comunicaba con un conducto vertical» y éste a su vez con el túnel.
Guzmán, que estaba en ese centro penitenciario desde febrero de 2014, huyó el sábado por la noche, la segunda vez que se escapa de una cárcel de máxima seguridad después de fugarse de la de Puente Grande, en la ciudad de Guadalajara (oeste de México) en enero de 2001.
A las 20.52 hora local del sábado (01.52 GMT del domingo), el reo entró en la zona de las duchas dentro de la estancia 20, en el pasillo 2, donde habitualmente los presos se bañan y lavan sus enseres.
Al ver que «El Chapo» no salía, los guardianes entraron y descubrieron el agujero, que desembocaba por un conducto vertical de unos 10 metros de profundidad «habilitado con una escalera».
Este conducto comunicaba, a su vez, con «un túnel que se extiende por una longitud indeterminada, pero que en línea recta representa más de 1.500 metros», indicó Rubido.
El túnel, señaló, «cuenta con tubería de pvc para ventilación, alumbrado y una motocicleta adaptada sobre rieles como mecanismo de extracción» que, al parecer, fue usada para sacar la tierra.
A lo largo del túnel se encontraron «instrumentos de construcción, tanques de oxígeno, recipientes con combustible», maderas y tuberías.
El pasaje desemboca en un inmueble que se encuentra en obras, al suroeste de la prisión, en la colonia Santa Juanita, detalló.
En la casa, agregó, se halló «mobiliario, enseres y otros objetos que indican que había presencia de trabajadores o veladores (vigilantes)».
La cárcel Altiplano I es una prisión federal ubicada en Almoloya de Juárez, en el estado de México, a 25 kilómetros de Toluca, la capital estatal, y a unos 90 kilómetros de Ciudad de México.
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