Estado en que quedó el coche de la pareja del búlgaro que el domingo pasado fue agredido brutalmente por cuatro encapuchados. | Toni Escobar

Nuevo capítulo del ajuste de cuentas que está sufriendo un ciudadano búlgaro a quien el pasado domingo tres encapuchados golpearon con sendas barras de hierro, de manera que acabó recibiendo una buena paliza, cuya herida más grave fue la fractura de un hueso del brazo. Ahora, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía están intentando averiguar quién y por qué quemó la pasada madrugada el coche de este búlgaro y el de su pareja, que estaban aparcados en la calle Federico García Lorca de Platja d’en Bossa, un Nissan deportivo y un Peugeot que estaban estacionados a unos cien metros el uno del otro, informaron ayer los bomberos del Consell d’Eivissa. Además, las llamas se extendieron a otro vehículo, un Citroën, que también resultó afectado y que pertenece a un particular que nada tiene que ver con el búlgaro.
El suceso se produjo sobre la una y media de la madrugada y no cabe duda de que fue un acto premeditado, señalaron las fuentes.

Aproximadamente una hora después, sobre las tres de la madrugada, en Sant Antoni ardieron otros dos vehículos y dos más se vieron afectados. Todo hace pensar que este incendio fue fortuito, si bien el Cuerpo Nacional de Policía se ha puesto en contacto con la Guardia Civil con el fin de cruzar datos y tratar de averiguar si el incendio de los coches de Platja d’en Bossa está relacionado con el de los vehículos de Sant Antoni. En esta última localidad, en un párking público de la calle Pablo Picasso, ardió primeramente una furgoneta y de ahí el fuego se extendió a un turismo. Ambos vehículos quedaron completamente destruidos. El fuego se extendió a otra furgoneta y otro coche que también sufrieron daños, aunque no tan graves. Los cuatro vehículos estaban aparcados uno junto al otro.

La paliza

El búlgaro no quiere presentar denuncia por la paliza que recibió el domingo por la tarde ni, al parecer, por la destrucción de su Nissan deportivo. Tampoco ha explicado a los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía que llevan este caso a qué se debe la venganza de los tres encapuchados. El domingo tres encapuchados armados con barras de hierro perseguían al búlgaro por la zona de Platja d’en Bossa cercana a la calle Federico García Lorca. En su huida acabó dentro de la sede de la Asociación de Vecinos de Platja d’en Bossa, en cuyo interior había varias personas. Los vecinos se quedaron estupefactos al ver cómo tres encapuchados perseguían y golpeaban a ese hombre, que intentaba escapar de los golpes. Al lugar del suceso, que pertenecen al municipio de Eivissa, se desplazaron patrullas de la Policía Local de Vila y del Cuerpo Nacional de Policía. También acudió a la zona una ambulancia del servicio del 061, que se encargó del traslado del herido al hospital de Can Misses, donde fue atendido por las heridas que sufrió y la fractura en un brazo que le ocasionaron los golpes con las barras de hierro. Por el momento el móvil de todos estos actos de venganza es todo un misterio. Los investigadores intentan aclararlo antes de que pueda producirse otro incidente de este tipo y de que alguien más pueda resultar herido.