La esposa, de 60 años, y su madre, habían sido encontradas muertas por un familiar en su domicilio de Abadiño, poco después de que cundiera la alarma con el incendio de la empresa y de que unos trabajadores encontraran al dueño colgado de un montacargas.
Aunque en un principio las investigaciones se centraron en un suceso criminal en el que hubieran participado terceros, los agentes de la Ertzaintza procedieron a detener al marido de una de las víctimas tras prestar declaración sobre lo sucedido en las dependencias de la policía vasca.
La Ertzaintza ha mantenido abiertas «todas las hipótesis» desde el primer momento y fuentes del Departamento vasco de Seguridad han indicado a Efe que por ahora no se puede atribuir lo sucedido a un caso de violencia de género aunque tampoco se descarta.
Este crimen ha conmocionado al municipio vizcaíno de Abadiño, donde nadie se explica qué ha podido ocurrir en una familia «totalmente normal», según han explicado a Efe los vecinos de la localidad.
Según habían informado fuentes de la investigación, hacia las 8 de la mañana se inició un incendio en la empresa Zuhaitz, una carpintería de madera y aluminio de Atxondo, y al llegar los empleados al pabellón vieron al dueño atado por los pies colgando de un montacargas y herido leve por múltiples golpes.
Poco después, la cuñada del hombre se dirigió al domicilio de su hermana -la esposa del herido- en la cercana localidad de Abadiño para informarle del incendio en el negocio familiar y, al llegar al piso, se encontró a su hermana y a su madre muertas en la cama con signos evidentes de violencia.
El marido y yerno de las víctimas fue trasladado al hospital de Galdakao, donde los médicos de urgencias le diagnosticado un traumatismo craneoencefálico y politraumatismos, todos ellos de carácter leve, pero no fue necesario su ingreso hospitalario y fue dado de alta horas después.
La alcaldesa de Atxondo, Rosa Elizburu, explicaba a los medios de comunicación antes de conocerse el arresto que el dueño de la carpintería, según habían comentado las personas que le encontraron, «estaba colgado de lo pies» y «tenía muchos golpes».
Mientras, en el piso de la calle Trañabarren, en el barrio de Matiena de Abadiño, agentes de la policía científica de la Ertzaintza han trabajado durante toda la mañana recogiendo evidencias y los cadáveres de las dos víctimas han sido trasladados, hacia las 13.30 horas, al servicio de patología forense de Bilbao para la realización de las autopsias.
La madre se había trasladado recientemente a Bizkaia para estar con su hija, de unos 60 años, que acababa de jubilarse de la antigua empresa Inyectametal, han contado los vecinos.
En las calles de Matiena la población se arremolinaba esta mañana para hablar del trágico suceso, a quien nadie encontraba explicación.
«No sé qué ha podido pasar. Era una mujer majísima. Había trabajado conmigo toda la vida. Una mujer abierta, que hablaba con todo el mundo», explica una residente sobre la hija fallecida.
«Llevábamos 24 años de vecinas. Vivo justo dos pisos debajo de ella y no he oído nada de lo que ha pasado», se lamentaba otra vecina, habitante del mismo portal de las dos mujeres fallecidas.
La junta de portavoces del ayuntamiento de Abadiño ha aprobado una declaración con su «más absoluta condena» de este «cruel y cobarde» asesinato y ha declarado dos jornadas de luto.
Además de ofrecer ayuda a la familia, la declaración recuerda que las víctimas son, «de nuevo, dos mujeres totalmente indefensas».
Para condenar este asesinato, varios cientos de vecinos se han concentrado en silencio durante quince minutos a las 7 de la tarde cerca del domicilio de las mujeres, tras una pancarta con el lema, en euskera y castellano, «No a la violencia».
En cuanto al incendio en la empresa Zuhaitz, el fuego, en cuya extinción han trabajado durante horas cuatro dotaciones de bomberos, ha causado daños importantes en la carpintería y ha obligado a desalojar varias empresas de las proximidades.
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