Macabro hallazgo en ses Salines de Mallorca. La Policía Local descubrió en la noche del lunes el cadáver en avanzado estado de descomposición de un alemán que vivía en una caravana. El hombre llevaba cerca de un mes muerto y sus dos perros se habían comido parcialmente el cuerpo. Las ratas también lo atacaron.
El dantesco espectáculo se descubrió sobre las diez de la noche, en un camino próximo a la depuradora, donde resiçdía Jurgen Gerlach, de 64 años. Poco antes, un compatriota y amigo del varón acudió a la Policía Local porque no sabía nada de él «desde hace varias semanas». Los agentes se desplazaron hasta el lugar donde estaba instalada la roulotte y el olor, ya desde fuera, era nauseabundo. Dentro, el panorama era tremendo. El cadáver estaba completamente descompuesto, en el suelo de la caravana, y los dos perros se habían comido por completo uno de sus pies. Las ratas habían mordido otras partes de su cuerpo. Uno de los canes, después, había fallecido y el otro estaba moribundo. Nadie se explica cómo pudo aguantar un mes encerrado allí sin agua.
Muerte natural
La Policía Judicial de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación y todo apunta a que Jurgen sufrió una muerte natural. Al vivir solo, nadie le echó en falta. Sólo su amigo, un mes después, decidió denunciar su desaparición.
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