Un hombre de nacionalidad inglesa de unos cincuenta años de edad que se encuentra de vacaciones en la Isla se llevó ayer a mediodía un buen susto cuando se quedó atrapado con su pierna en una rejilla de la avenida Juan Carlos I, justo enfrente del Casino de Ibiza.
Según confirmaron los bomberos, el hombre iba paseando tranquilamente y se disponía a cruzar la calle en torno a las doce de la mañana cuando introdujo su pierna en una rejilla que se encontraba más abierta de lo normal. Al ver que no podía sacarla por sus propios medios, inmediatamente su familia decidió avisar a la Policía Local de Vila.
Sin embargo, los agentes no consiguieron sacar la extremidad con lo que se hizo necesaria la presencia de los agentes del Parque de Bombers de Sant Rafel. Éstos tuvieron que emplear uno de sus separadores hidráulicos para conseguirlo aunque según su propio testimonio «no fue una tarea fácil puesto que el interior de la rejilla se encontraba llena de porquería y la pierna estaba muy hundida».
Una vez que el ciudadano inglés, que «en ningún momento perdió la calma ante el contratiempo», quedó libre se comprobó que sólo sufría un pequeño rasguño que rápidamente pudo ser sanado por los bomberos con los medios que llevan en su botiquín.
Dos pequeños fuegos
Por otro lado, los bomberos también tuvieron que salir a sofocar dos pequeños fuegos que se produjeron a lo largo de la mañana sin consecuencias graves.
El primero tuvo lugar cuando una quema de rastrojos en es Figueral, cerca de la carretera, estuvo a punto de descontrolarse. Afortunadamente, la rápida intervención de los vecinos hizo que cuando llegaron los bomberos al lugar, el fuego estuviera prácticamente apagado y éstos únicamente tuvieran que refrescar el terreno.
Finalmente, y para terminar la mañana, los agentes tuvieron que sofocar un fuego que se había provocado por causas que se desconocen en un contenedor de basura en la carretera de Sant Joan, cerca del restaurante Can Curune.
2 comentarios
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Esto es la prueba de que tenemos unos políticos impresentables, un derroche sin sentido y unos resultados patéticos. Como los que había en tiempos de Tarrés y Lady Laca. Solo mejoran su propia paga.
Esto sí que es una buena metedura de pata.