El Juzgado de Instrucción Número 1 de Eivissa dejó ayer visto para sentencia un juicio contra ocho ciudadanos senegaleses que fueron detenidos el 6 de septiembre de 2005 en su piso del Edificio Pinet, en Cala de Bou, en posesión de 2.368 gafas, 970 relojes y 680 compact discs falsificados.

Además durante la operación, llevada a cabo de forma conjunta por agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera y de la Policía Local de Sant Josep, también se incautó 18.955 euros en efectivo.

Incluso, uno de los agentes de aduanas que actuó como testigo del Ministerio Fiscal fue más allá en sus declaraciones. Aunque no quedó recogido en el inventario de los productos hallados en el piso, informó ante la jueza que, como tuvieron muchos problemas para derribar la puerta, los acusados «tuvieron tiempo suficiente para deshacerse de una buena cantidad de pastillas de hachís por el desagüe del baño» y que también encontraron droga en el salón.

Dos en busca y captura

Al juicio acudieron ayer seis de los imputados ya que dos de ellos se encuentran en situación de busca y captura. Todos los presentes aseguraron que no eran conscientes de que podían entrar en prisión por vender productos falsificados de marcas tan conocidas como Calvin Klein, Cartier, Rolex, Adidas, Hugo Boss, Vogue, Tomy Hilfiguer o Ray Ban o de cd's de música con los principales artistas españoles e internacionales.

Como el asunto de la droga que declaró uno de los agentes de aduana nunca se pudo comprobar, el Ministerio Fiscal únicamente solicitó penas para ellos por delitos contra la Propiedad Intelectual y contra la Propiedad Industrial.

Así, para tres de ellos, que reconocieron los hechos, se les pidió cuatro meses de prisión y una multa de 600 euros para cada uno, mientras que para los otros tres restantes, la pena solicitada era de año y medio de prisión y una multa de algo más de tres mil euros.

Sin embargo y, a pesar de que puedan ser declarados culpables, todo parece indicar que ninguno de ellos entrará en prisión al no antecedentes penales.