Los equipos de rescate prosiguen con las labores de búsqueda de desaparecidos. | Reuters - MAX ROSSI

El presidente y consejero delegado de la compañía naviera Costa Crociere, Pier Luigi Foschi, admitió ayer que el naufragio del crucero Costa Concordia se debió a un «error humano» del capitán, el comandante Francesco Schettino, actualmente detenido, «quien no respetó el reglamento».

Foschi, en una rueda de prensa televisada en Génova, donde tiene su sede la naviera, agregó que «darán asistencia legal al comandante», pero reiteró que no pueden negar «que se trató de un error humano».

«Estamos ante una tragedia de proporciones importantes», dijo el consejero delegado de Costa Crociere sobre el naufragio del pasado viernes frente a las costas de la isla italiana del Giglio, en el mar Tirreno, y en el que han fallecido hasta el momento seis personas y 16 están desaparecidas.

Sobre la maniobra que realizó Schettino al acercarse a la costa de la isla del Giglio y que causó que el crucero impactase contra un escollo, Foschi aseguró que «no había sido aprobada, ni autorizada por Costa».

Sorpresa

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Los diarios «Corriere della Sera» e «Il Tirreno» aseguran hoy que el crucero se acercó tanto a la isla de Giglio para dar una sorpresa al jefe de camareros, Antonello Tievoli, y al excomandante Mario Palombo, una leyenda entre los comandantes de la naviera genovesa. «El comandante tomó de su iniciativa una decisión contraria a nuestro reglamento, que está escrito y certificado. Nuestra posición no es la de tomar distancias, si no la de disociarse completamente de esta conducta que ha causado el accidente», agregó Foschi.

Sobre los testimonios de los náufragos de que el capitán, que trabajaba en la naviera desde hace once años, abandonó la nave apresuradamente y sin prestar ayuda, el presidente de Costa Crociere aseguró que otras declaraciones apuntan a que «el comandante hizo lo que debía».

«Todos los miembros de la tripulación se han comportado como héroes».

Todos los pasajeros consultados por Ultima Hora contradicen la versión oficial. «Aquello era un desastre. La tripulación se escapó y nos dejaron desamparados. Trataron de negar el accidente en todo momento y estuvimos más de una hora esperando para subirnos a los botes salvavidas», afirma María Martínez, una palmesana de avanzada edad.

Por el momento, los 26 afectados mallorquines se han puesto en contacto con sus agencias para realizar una denuncia conjunta, pero les han dicho que deben esperar unos días. Algunos de ellos, están decididos a querellarse contra la compañía y pondrán el caso en manos de sus abogados.