El yate, de 32 metros de eslora, está varado en s’Estany d’es Peix desde el 24 de octubre.

Desde la tarde del jueves y a lo largo de todo el día de ayer las empresas que participan en el operativo de reflotamiento del Royal Enterprise, un yate de 32 metros varado desde el 24 de octubre en s'Estany d'es Peix de Formentera, mantuvieron diversas reuniones para decidir lo que se podría llamar Plan B y que pasa inexorablemente por la contratación de más caballos de potencia a la hora de remolcar una embarcación. De la misma manera que no se ha dado a conocer el importe inicial del rescate, tampoco se han facilitado cifras de lo que pueda suponer la contratación y desplazamiento de un remolcador más potente para culminar el reflotamiento.
Tras las maniobras infructuosas realizadas en los últimos días en las que se rompieron varios cabos que unían a uno u otro remolcador con el yate, a mediodía del jueves se decidió cesar en los trabajos y buscar una fórmula que compense la potencia insuficiente que ha demostrado el Tacoronte de Remolcanosa.

Negociación
Según la portavoz de una de las empresas que participa en el reflotamiento, Ibiza Buceo, la operación está «pendiente aún de confirmar qué remolcador se hará cargo de los trabajos necesarios para desencallar el yate». «Desde ayer estamos en negociación con otras empresas buscando opciones de remolque que permitan sacar el Royal Enterprise con garantías», señaló. Añadió que tampoco se había decidido si se haría venir un remolcador de apoyo al de Remolcanosa o finalmente se optaría por contratar los servicios de uno mucho más potente en sustitución del Tacoronte.