La Audiencia Provincial tiene previsto juzgar en Eivissa la próxima semana por blanqueo de capitales a cinco personas que terminaron encartadas en el curso de las investigaciones judiciales que se llevaron a cabo después de que en 2005 se llevara cabo una gran operación internacional contra las intereses de la mafia calabresa, la denominada Ndrangheta, en la Isla.
El principal acusado por este delito, vecino de Talamanca y el Paseo Marítimo relacionado con múltiples negocios inmobiliarios y al que se le intervino un millón de euros, se enfrenta a 10 años de cárcel, cuatro por tráfico de drogas y seis por blanquear dinero.
La investigación reveló que, por primera vez, Eivissa se había convertido en un lugar para que organizaciones de gran calado exportaran desde la Isla importantes cantidades de cocaína.
Destino, Trento
La Ndrangheta controlaba desde sus dominios la exportación de droga desde Eivissa a Trento, hecho por lo que la Fiscalía de Italia abrió diligencias con las que resultaron conectadas las Pitiüses en el marco de la denominada operación Trabajo.
Las investigaciones exclusivamente llevadas a cabo por narcotráfico, por las que se apresó al milanés Morgan Marco Uliveri, concluyeron con el decomiso de 1.500 kilos de cocaína 110.000 éxtasis entre las 60 detenciones que se realizaron en Europa y Argentina. El hombre que se enfrenta a 10 años de cárcel es el argentino Diego Emiliano Corzo, al que la policía consideró en su día el responsable de los envíos de droga que se preparaban desde Argentina a Valencia, para luego ser sacados en camiones desde Eivissa. Éste fue condenado en Trento en 2007 a 6 años de cárcel tras declararse probadas operaciones de 40 y 14 kilos de cocaína.
Corzo, que llevaba cuatro años afincado en Vila, tendrá que sentarse en el banquillo junto con su exmujer y su exsuegra, las también argentinas P.G.S. y M.E.V.D.S., así como al lado de los ibicencos V.J.T.F. y J.A.P.M. El fiscal pide, respectivamente, para las dos primeras seis y cuatro años y medio de prisión al entender que sabían de la ilegalidad de los 'negocios' de Corzo y le ayudaron a blanquear el dinero de la droga para su interés. Para los otros dos acusados, responsable y empleado de una conocida gestoría de Vila, se pide año y medio de cárcel, porque, según el ministerio público, no verificaron la procedencia de dinero y bienes de los anteriores.
Las cinco tapaderas inmobiliarias de la trama
La policía llevó a cabo registros domiciliarios en las propiedades de Corzo y su familia en Isla Blanca,en el edificio Marítimo y en el Transat. En el segundo de ellos se encontró el laboratorio de preparación de cocaína. La investigación llevó a cabo luego gestiones y registros en las sociedades limitadas Compañía Paudi, Argibiza, Cas Corredor, Ibiza IslaPirata e Inmoinversión Barcelona. Los agentes se incautaron de vehículos y embarcaciones de lujo.
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