La reunión estuvo presidida conjuntamente por el alcalde, Josep Marí, y la directora insular en las Pitiüses, Sofía Hernanz. También participaron la concejal de Gobernación, Paquita Ribas, el capitán de la Guardia Civil, Rafael Rosique, y el jefe de la Policía Local, Jaume Ramon.
El primer punto a tratar fueron los robos en domicilios. El Consistorio josepí quiso acordar con los cuerpos policiales los objetivos para los próximos meses, ya que en el último trimestre del año pasado y el primero del 2010 se registró un incremento de este tipo de robos.
La Dirección Insular comunicó al Consistorio que, gracias a la detención de una gran banda que operaba en Sant Antoni y en Sant Josep estos robos «han vuelto a bajar».
Otro tema que se abordó fueron las fiestas que se organizan en domicilios particulares, especialmente en verano, fiestas que suelen causar problemas a los vecinos debido a la concentración de vehículos y personas, y también por el ruido. Según los datos de los que dispone la Junta de Seguridad, se puede afirmar que cada vez se hacen menos fiestas de este tipo, aunque desde el Ayuntamiento manifestaron que se seguirá trabajando para que no se celebren.
También se planteó en la reunión el problema de la venta ambulante. «Es un problema complejo», consideran en el Ayuntamiento, «al que se están dedicando muchos esfuerzos. Tanto la Dirección Insular como el municipio se comprometieron a contar con mayor presencia policial en las zonas a las que suelen acudir los vendedores ambulantes.
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