La titular del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa dejó ayer vista para sentencia la causa de una joven ibicenca de 33 años contra la que emprendió acciones legales su ex suegra porque ésta, pese a tenerlo concedido dentro del régimen de visita, le impedía presuntamente ver a su nieta. La niña, cuando ocurrieron los hechos entre noviembre de 2006 y enero de 2008, tenía dos años.

La acusada, que negó todas las acusaciones que pesan sobre ella y que justificó la ausencia de encuentros entre su hija y su abuela a una periodo de enfermedades por los que pasó la pequeña, se enfrenta a una condena de seis meses de prisión. La acusación particular, además de la solicitud del ministerio público, pide una indemnización de 4.600 euros.

Separación

Los problemas familiares comenzaron nada más nacer la niña, momento en el que la pareja que la había concebido decidió separarse quedándose la madre con la custodia del bebé. El padre, al parecer, se trasladó a Palma por motivos de trabajo, pero continuó visitando con normalidad a su hija cuando podía. Según la información recogida por este periódico, la denunciante disfruta en la actualidad del régimen de visitas que existe para poder ver a su nieta.