Un acuerdo judicial a tres bandas entre el fiscal, la acusación particular y la defensa de Tires A.S., el vecino de Cala Tarida preso por matar a golpes al que era su compañero sentimental, el francés Chirstian Almerich, de 42 años, en sepiembre de 2007, ha puesto fin a este caso.

Todas las partes implicadas en la causa acordaron que el sospechoso, un hombre de 32 años que durante todo este tiempo había clamado por su inocencia y que había asegurado que la víctima había intentado suicidarse tras una última discusión con él, cumpliera una condena de seis años de prisión tras declararse culpable de un delito de homicidio. La Audiencia Provincial, tribunal que tenía que dirimir sobre este crimen, ratificó esta decisión. Dicho acuerdo ha permitido evitar que se constituyera un tribunal por la Ley del Jurado y que hubiera que celebrar el juicio en Mallorca.

Atenuantes

La condena, una pena mínima si se tiene en cuenta que todo apuntaba a que Tires A.S. iba a ser juzgado por asesinato, se decidió después de que se valorara la confesión «espontánea» que realizó días atras el acusado antes de que el proceso continuara para adelante.

Otro atenuante que ha favorecido al homicida es que se ha considerado acreditado que éste, al que supuestamente su compañero le había comunicado su intención de abandonarle y poner fin a una relación problemática, sufrió un arrebato en el que, al parecer, también pesaron los celos. En sus últimas declaraciones el sospechoso también afirmó que había cogido un cuchillo para defenderse tras la discusión.

Tires A.S. fue detenido por la Guardia Civil en el aeropuerto de Barcelona seis horas después de que hubiera dejado a su pareja muy malherida en el hospital. Antes de marcharse del hospital relató que su compañero había pasado por distintos problemas y que no era la primera vez que intentaba quitarse la vida. Según su relato, el cuerpo maltrecho de su compañero lo halló el 14 de septiembre varias horas después de que él llegara a la casa. Afirmó que no se había dado cuenta de la presencia de Almerich y que nada más ver el estado en que se hallaba, con la cabeza cubierta de sangre, pidió ayuda a una vecina. Algunas fuentes señalaron en su día que tras la evacuación de la víctima el propio Tires A.S. y su vecina limpiaron la sangre. Al parecer, la Guardia Civil halló luego, tras la diligencia de inspección en la casa, una destacada cantidad de cocaína en el interior de una caja fuerte, hecho que en principio hizo pensar en un asunto de drogas, así como por las relaciones que se atribuyeron al fallecido.

Con la cabeza destrozada y con una explosión ocular y cortes en distintas partes del cuerpo. Así, y tras haber perdido mucha sangre, fue evacuado Christian Almerich de su casa de Cala Tarida, paciente que pereció en el hospital por las graves lesiones cerebrales que presentaba.

La Guardia Civil halló posteriormente en una papelera de la casa de Cala Tarida una catana, dos cuchillos y una especia de maza que se cree pudo también ser empleada en la agresión. Tires A.S. negó primero que él hubiera utilizado ese arma y afirmó que su compañero debía de haberse intentado suicidarse, acción que explicaba los cortes que presentaba.

La autopsia y los posteriores informes periciales que se realizaron tras el crimen descartaron inmediatamente que se estuviera ante un caso de suicidio y se determinó que la víctima recibió una retahíla de golpes que superaba la veintena. Fue entonces cuando el acusado quiso crear la confesión asegurando que otra persona pudo entrar en la casa y matar a su pareja.