El Ayuntamiento de Sant Josep ha ordenado que se investigue cuántos perros tiene Bartolemé Marí, Sendic, para proceder a rescatarlos del maltrato al que podrían estar sometidos y cuando se sepa «si tiene cantidad o no se tomará una decisión», informó ayer la concejala de Benestar Social, Pilar Ferrero. «Si son muchos, necesitaremos ayuda de otra entidades», dijo Ferrero. Sendic, que padece el síndrome de Diógenes y fue acusado de maltrato animal, ha sido condenado a un año de internamiento en un centro psiquiátrico y la juez no permite el tratamiento ambulatorio, por lo que alguien tendrá que hacerse cargo de sus perros, todos podencos ibicencos.

Desde 2002

La primera denuncia del Ayuntamiento de Sant Josep sobre lo que ocurre en la finca Can na Yuca se presentó en 2002. A las denuncias públicas se sumaron las de dos asociaciones protectoras de animales. Durante el juicio, el propio Sendic dijo a la juez que criaría perros hasta que muriera.

Acerca de la sentencia contra Sendic, la representante de la Asociación de Defensa de los Derechos de los Animales (ADDA) Nora Rotussney declaró que se trata de un caso «muy complicado, una especie de mezcla de todos los problemas sociales en un solo tema». «Yo no he participado en el proceso, no he denunciado, y tampoco conozco la sentencia, por lo que no me atrevo a opinar», dijo, «pero mi mayor preocupación es el futuro de los animales».

Por su parte, Cristiani Michelle, de D.U.O., apuntó que la sentencia le parece «fenomenal». «Los años anteriores teníamos miedo de este señor y no pudemos ayudar todo lo que hubiéramos querido, pero si necesitan ayuda para cuidar al los podencos que cuenten con nosotros», señaló.