Bartolomé Marí Ribas, el propietario de la jauría de podencos ibicencos compuesta por mas de cien canes que ha dado múltiples quebraderos de cabeza a los vecinos de es Cubells y al Ayuntamiento de Sant Josep, no cumplirá penas de prisión pero sí deberá estar internado durante un año en un centro psiquiátrico para recibir tratamiento médico. De dichas instalaciones no podrá salir sin previa autorización del juez.
Así lo ha determinado la juez Clara Ramírez de Arellano, responsable del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, después de considerar acreditado que Sendic es víctima de un «trastorno obsesivo compulsivo, similar al síndrome de Diógenes, asociado a un trastorno de personalidad de base de rasgos paranoides que anula su capacidad intelectual y volitiva». La magistrada, por ello, entiende que Marí Ribas no puede ser condenado penalmente a los delitos de maltrato animal, contra la seguridad del tráfico y desobediencia a la autoridad. Según esta decisión judicial, esta enfermedad es la que ha motivado la conducta de Sendic en «criar de manera incontrolada e indiscriminada perros que no reciben tratamiento veterinario alguno y que viven en condiciones absolutamente insalubres».
La juez, de igual modo, absuelve a la mujer de Bartolomé Marí de los mismos delitos al considerar que ésta estaba completamente desvinculada de las actividades de «crianza» de su marido, actividades que ella misma le reprochó en su juicio después de hacer hincapié en que ella era «dominada» por completo por su esposo.
Perros heridos
Asimismo, dicha persona se demarcó del sistema de crianza 'natural' en la finca de Ca na Yuca de la que hizo gala Sendic en la vista oral. Durante la última inspección se encontraron a siete canes con cojera severa, sarna, heridas sin curar y malformaciones graves.
La sentencia, por último, también determina que Sendic deberá indemnizar al Ayuntamiento por los gastos que ocasionó la «redada» en su finca, así como de los que se originen de la total retirada de los animales.
El Ayuntamiento de Sant Josep acogió ayer con satisfacción la decisión judicial por la que se someterá a internamiento médico a Bartolomé Marí e informó de que los servicios técnicos de este Consistorio estaban trabajando ya para realizar las actuaciones que sean pertinentes para acabar con los problemas que ha generado la jauría. En un comunicado, se expresó la firme voluntad del actual equipo de Gobierno de «poder poner de una vez por todas punto y final a esta situación». En este sentido, se sigue contando con la colaboración de asociaciones defensoras de los animales para recoger a todos los canes que queden y poder recuperar la normalidad, acabando, así también, con los peligros que entrañaba la manada y los ejemplares sueltos por la carretera de es Cubells.
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