Dos jóvenes británicos fueron detenidos anteayer en el transcurso de los dispositivos de control antidrogas que la Guardia Civil y la Policía Local de Sant Josep montaron con motivo de la fiesta de apertura y cierre que tuvo lugar en la discoteca DC-10, establecimiento de la carretera de ses Salines que no ha podido abrir este verano sus puertas al haber sido sancionado con un mandato que incluía una multa de 300.000 euros. El caso más significativo fue el del escocés Nicholas M., de 31 años, a quien se le intervinieron 86 pastillas de éxtasis y cuatro bolsitas con un gramo de ketamina en cada uno de los envoltorios. Dicho arrestos se practicaron sobre la una y media de la tarde.

Éxtasis

David Anthony Patrick H, también natural del Reino Unido y de 37 años, cayó siete horas después. El sospechoso portaba 17 comprimidos de éxtasis con el anagrama de la firma japonesa Mitsubishi, un gramo de marihuana y cuatro gramos de una sustancia que presumiblemente era cristal de éxtasis.

Los controles, especialmente al acceso del establecimiento, donde se habían instalado dos carpas, se prolongaron durante toda la jornada. Los agentes también realizaron varias actas de aprehensión, entre ellas la de una joven que escondía dos papelinas en una coleta, según la información recogida por este periódico.