El Ayuntamiento de Vila interpuso 16 denuncias por prostitución en vía pública en los dos primeros meses de vigencia de su nueva ordenanza cívica. Se trata de un documento destinado a regular las actividades en el ámbito público y a «garantizar» la convivencia de todos los ciudadanos. Según concretaron desde el Consistorio esta Ordenanza responde de un compromiso del ejecutivo que no actúa «como una simple herramienta sancionadora, sino a modo de instrumento de control de conductas que hasta ahora no estaban reguladas por carecer de un marco legal al que acogerse».

Así, tal y como subrayaron, también se han interpuesto dieciocho multas por molestias relacionadas con perros, se han acometido unas treintena de actuaciones por publicidad dinámica, sin tener los permisos necesarios, y se ha actuado en cerca de cuarenta casos de música y ruidos. Según resumieron desde el equipo de gobierno del Ayuntamiento «estamos satisfechos con los primeros datos obtenidos», causa por la que la institución evaluará a medio y largo plazo si se cumplen las expectativas y, si es necesario introducir algunas mejoras de acuerdo con las necesidades del municipio y sus ciudadanos.

Garantizar la seguridad ciudadana en una sociedad «tan diversa como la nuestra es fundamental para permitir el buen entendimiento y relación de todos los habitantes», añadieron. Por ello desde el Consistorio recordaron que la Policía Local tiene ahora en sus manos un nuevo medio que le permite, en primer lugar, hacer extensible a todos los ciudadanos una información básica para la convivencia, y en segundo lugar, atender a las necesidades o demandas y asistir en los casos requeridos.

Sanciones

En las situaciones extremas, si es necesario, se aplicarán las sanciones que establezca la ordenanza, tal y como concretaron.

El mayor número de infracciones responden a publicidad dinámica, molestias de animales de compañía, venta ambulante y aparca-coches ilegales. También se recoge como hecho punible el conocido como «botellón» o depositar basura fuera del horario establecido.

Con respecto a una de las secciones más polémicas del documento, la que se refiere a la utilización de espacios públicos para la oferta y demanda de servicios sexuales y la realización de este tipo de actos en lugares públicos la ordenanza destaca que, al tipificar estas acciones como infracción persigue «preservar a los menores de la exhibición de este tipo de hechos y evitar problemas en lugares de tránsito público».