J. J. Monerri28/09/09 0:00
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Jonathan Blanch, el hombre que perdió la vida el pasado miércoles tras una pelea con un compatriota y compañero de piso, es la segunda persona que pierde la vida en un hecho violento relacionado con indigentes que se han establecido en el inmueble de la Comandancia Militar desde que el edificio cayó en el abandono.

Blanch había dejado la Comandancia hace algo más de un mes después de establecerse en otra zona de es Soto con los dos hombres a los que la policía detuvo la semana pasada en su relación con su muerte.

Caso abierto
Más luctuoso, si cabe, fue la muerte del hombre de nacionalidad rumana cuyo cadáver fue hallado en julio de 2007 en el tercer piso de la Comandancia, un caso aún abierto y muy difícil de resolver por cómo se encontró el cuerpo y por el tiempo que transcurrió hasta que tuvo lugar el hallazgo. La víctima pereció de un disparo en la cabeza que le atravesó un ojo y el cadáver fue descubierto entre un mes y quince días desde que tuvo lugar el crimen.

La policía realizó la inspección de noche después de que una llamada anónima alertara de un fuerte olor a descomposición en una de las alas del inmueble. Los primeros indicios, con una escasez de luz patente y a falta de datos sobre el cadáver, que estaba tapado por una manta y unos papeles, hicieron pensar en un principio en una posible muerte natural.

La autopsia, sin embargo, arrojó luz decisiva sobre el caso después de que el forense detectara que uno de los ojos del fallecido presentaba un orificio de bala.

Incógnitas
Pese a los ímprobos esfuerzos realizados por la policía en los meses después al hallazgo no se ha podido dar aún con el presunto autor del crimen, persona que probablemente se fuera de la isla en los días siguientes.

La policía, por contra, ha podido resolver en tiempo récord el suceso que costó la vida a Blanch. En pocas horas los agentes contaron con datos y sospechosos. La investigación supo deducir que tras lo que parecía un mero accidente había una pelea y que la víctima pudo morir de una patada en la base del cráneo y no por una caída. El juez instructor se centra ahora, con un sospechoso preso, en aclarar este extremo.

Los testigos han sido claves hasta ahora en las investigaciones que ha tenido que abordarse para poder avanzar. El juzgado tomará declaración en días a los testigos del caso Blanch.