La Brigada de Extranjería de la Comisaría de Eivissa tramita la expulsión de todas las mujeres.

Una vecina de la avenida Pedro Matutes Noguera de Eivissa de nacionalidad brasileña ha sido detenida por la policía como sospechosa de dirigir desde su domicilio una red de inmigración ilegal que se encargaba de introducir en la isla mujeres destinadas a la prostitución. La actuación policial ha tenido lugar cuando la sospechosa. Nalva F.DS., de 43 años, tenía a seis mujeres en su casa, una de las cuales declaró creer haber venido a España para trabajar como limpiadora.

Las brasileñas que llegaban a Eivissa de la mano de esta red entraban en territorio Schengen en tras desembarcar en aeropuertos de Francia e Italia como escala a su destino «final» en Eivissa. Se da la circunstancia de que la detención de Nalva F.DS. se produjo justo cuando acaba de recibir a una nueva chica. La policía tramita ahora la expulsión tanto de la detenida como las de las seis mujeres que había logrado presuntamente captar con falsas expectativas y la promesa de una vida mejor.

Las investigaciones realizadas por la Brigada de Extranjería de la Comisaría de Eivissa también han resuelto que una hermana de la acusada, Dalma Regia F.DS., de 39 años, fue devuelta a su país antes de su detención en Eivissa por pesar sobre ella anteriormente una orden de prohibición de entrada.

Según informó Comisaría, las primeras pesquisas se iniciaron el pasado día 10 tras detectarse la presencia en la citada vivienda la presencia de cinco mujeres que no tenían papeles de estancia en regla.

Testimonios

De los testimonios de una y otra, se pudo colegir que el sistema que empleaba la red una vez que las mujeres se veían «atrapadas» en el piso de las avenida Pedro Matutes Noguera era similar al que utilizan otras red que se dedican a la trata de blancas.

A las mujeres primero se las llevaba al piso y se les limitaba sus salidas. Éstas supuestamente eran controladas una vez que se instalaban y sus salidas se circunscribían a un corto espacio de tiempo.

Las afectadas tampoco recibían dinero y se les hacía hincapié en que con su trabajo tenían que pagar cuanto antes la deuda que habían contraído por facilitárseles el pasaje para llegar a Eivissa.

El cerco, y con ello la necesidad de acceder a las proposiciones para que se prostituyeran, se cerraba cuando las chicas tenían alguna necesidad económica, momento en el que se veían obligadas a pedir dinero a su «cuidadora». La deuda, además, se acrecentaba con los requerimientos efectuados por ésta para que les abonaran las cantidades que ella fijaba por la estancia en su casa.

Nalva F. DS. fue detenida el pasado domingo cuando, tras concretarse estas sospechas, se la sorprendió cuando regresaba a su casa, momento en el que también se averiguó que otra joven acababa de sumarse al grupo que residía en su domicilio.