Celos y lesiones en las rodillas ocasionadas supuestamente por los porteros de una discoteca que la echaron. Así justificó en Comisaría el origen de la discusión y las heridas que presentaba la mujer que anteayer fue trasladada por la Policía Local de Eivissa a un centro sanitario después de asegurar que había sido agredida sexualmente por un hombre con el que los agentes la vieron discutir acaloradamente en la plaza de la Constitución, en la Marina.

El entonces sospechoso, un indigente de 55 años que suele ir siempre acompañado por la denunciante, ni siquiera fue puesto a disposición judicial. La policía lo puso en libertad después de que ésta se desdijera de todo lo que había dicho ante los agentes locales y confesara que se inventó esa historia después de que viera a su compañero con otra mujer.

Los dos se hallaban muy bebidos cuando la Policía Local les sorprendió peleándose. En el caso de que la causa llegue al juzgado, el fiscal puede pedir de oficio que se abran diligencias contra la mujer por falsa denuncia y los perjuicios causados al detenido.

Por otra parte, el suizo de origen marroquí que fue apresado en ses Figueretes 24 horas después de ser acusado de violación por una conocida quedó en libertad provisional después de que en el juzgado se detectaran múltiples contradicciones tanto en el testimonio del sospechoso como en el de la víctima.

El reconocimiento médico tampoco aportó pruebas concluyentes de que la afectada hubiera sido claramente forzada después de que ella misma hubiera invitado a su casa al acusado, persona con antecedentes por una agresión sexual y al que la policía conoce por tres identidades diferentes.

El sospechoso tendrá, por el momento, que presentarse cada quince días en el juzgado para estampar su firma mientras continúan las investigaciones judiciales.