El Ministerio Público solicitó ayer una pena de 15 meses de prisión para un hombre de nacionalidad senegalés que fue detenido en dos ocasiones por vender productos falsificados de marcas prestigiosas en playas de la isla. El caso lo dejó visto para sentencia la juez sustituta del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa.

Por su parte, la defensa del senegalés solicitó la libre absolución para su cliente y argumentó para ello que el artículo 274 del código penal, en el que se basa el Ministerio Público para acusar al senegalés por un presunto delito contra la propiedad industrial, exige que el hecho, es decir, la venta de productos falsificados, ha de ser «a sabiendas». Según la defensa, el senegalés no sabía que eran productos falsos, sino que los compró en el mercadillo de Sant Jordi pensando que eran auténticos, un argumento también muy usado en los delitos por receptación.

Multa e indemnizaciones

Además de los 15 meses de prisión, el Ministerio Fiscal reclama para el senegalés una multa de 2.160 euros, el pago de las costas del juicio y el pago de una indemnización aún por determinar a las prestigiosas marcas afectadas por su actividad: Louis Vuitton, Play Boy, Dolce y Gabanna, Oakley, etcétera.

Los hechos por los que se juzgó ayer a este hombre se produjeron hace dos años. Primero fue detenido por agentes de la Guardia Civil el 10 de julio de 2007 en la playa de es Cavallet. Según uno de los agentes que lo detuvo, él mismo vio a una distancia de unos 12 metros cómo ofrecía productos a los bañistas. Dos días después volvió a ser detenido y se encontró en el coche que conducía numerosos artículos piratas, como bolsos, bikinis, gafas de sol, carteras, cinturones...

Anteayer otro senegalés aceptó una pena de seis meses de prisión y el pago de un indemnización de 4.500 euros a la empresa Rolex, radicada suiza, por intentar vender relojes falsificados de esta marca.