La Policía Local de Eivissa ha realizado a lo largo de cinco días, desde el 22 hasta el 26 de junio, una campaña de control del uso del teléfono móvil en la conducción en la que ha interpuesto 47 denuncias, informó ayer el Ayuntamiento. En total se han controlado 800 vehículos. Los conductores sancionados por hablar con el móvil mientras conducen se enfrentan, apuntan desde el Ayuntamiento, a una sanción de 150 euros y a la pérdida de tres puntos.

Según las estadísticas que maneja la Policía Local de Eivissa y que ayer hizo públicas el Ayuntamiento, el 80 por ciento de los accidentes que se registraron durante el año pasado en el casco urbano del municipio se produjeron a consecuencia de las distracciones del conductor. «El empleo del teléfono durante la conducción es un factor comprobado de riesgo», apunta el Ayuntamiento.

El objetivo de la campaña es trasladar a la sociedad la idea que es necesario mantener, en todo momento, la atención en la conducción.

La desatención en la conducción suele producirse por acciones que es realizan mientras se conduce hablando por el móvil, fumar o manipular aparatos instalados en el automóvil, como los reproductores de música o navegadores.