Caso resuelto, aparentemente. El presunto asesino de Sant Antoni se entregó ayer a mediodía en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Eivissa. Entró en las dependencias, se dirigió al agente de la puerta y le dijo en inglés: «He discutido con mi compañero de habitación y creo que lo he matado». Al menos tres salvajes cuchilladas en el cuello lo desangraron rápidamente. La alarma se dio el martes a las once de la mañana. Algo menos de cien horas después de comenzada la búsqueda, infructuosa, el presunto asesino, de quien todo el mundo pensaba que había huido de la isla, decidió entregarse.

Se da la circunstancia de que hubo un error en la identificación del cadáver y, en consecuencia, también a la hora de señalar al presunto asesino. Ayer quien se entregó en la Comisaría fue Alvar Paas, joven estonio de 27 años, que era a quien se dio por fallecido.

Por tanto el muerto es el italiano nacido en Colombia, de 31 años, Alejandro A., que era a quien la Guardia Civil buscaba en la isla.

Pasaportes

Al parecer, las fotocopias de los pasaportes que quedaron en la recepción del hotel eran de muy mala calidad y a todos los investigadores del caso les pareció que el fallecido era el estonio que ahora se ha entregado.

Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía realizaron los trámites correspondientes y entregaron a Paas a la Guardia Civil. Ayer por la tarde los investigadores interrogaban al detenido, en principio acusado por un delito de asesinato. Un abogado lo asistirá a partir de hoy y se espera que pase a disposición del juez de guardia mañana, lunes, por la tarde.

Incógnitas

Hasta ahora muy poco se sabía sobre todo lo que rodea a este crimen. Ahora por fin la Policía Judicial podrá saber cuál era la relación que unía al italiano y al estonio, que llegaron un día antes de alojarse en la habitación 306 de Apartamentos de Sant Antoni en un mismo vuelo procedente de Londres.

También podrán escuchar por boca del presunto asesino cuál eran los motivos que les llevaron a discutir hasta el extremo final. La alarma que ha generado este caso motivó la llegada a Eivissa procedente de Mallorca de un capitán de la Guardia Civil especializado en crímenes.

En la búsqueda del italiano, que en realidad debería haber sido el estonio, participaron todos los agentes disponibles de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía durante los cuatro intensos días que ha durado el rastreo.

A las once de la mañana del martes la camarera de piso de Apartamentos Puerto de Sant Antoni abrió la puerta de la habitación y vio que toda la habitación estaba llena de sangre, incluso en el pasillo, y que bajo la cama había un cuerpo junto al que se amontonaban sábanas y muchos otros enseres. Alarma. La Guardia Civil encontró el arma, un pequeño cuchillo de unos cinco centímetros que forma parte de la cubertería de la habitación. El cuchillo entró al menos tres veces en el cuello y le sesgó la carótida. Se desangró en pocos minutos. El agresor había desaparecido y no había rastro de él. Comenzó la búsqueda y ayer, finalmente, se dio orden de detenerla.