El presidente del Consell de Formentera y responsable del área de seguridad, Jaume Ferrer, presentó ayer los efectivos con los que la Policía Local afrontará la campaña turística. En total serán 17 agentes, 14 que forman la plantilla habitual más tres policías turísticos que envía la Conselleria de Interior como refuerzo. Ferrer resaltó que se ha aumentado el número de efectivos que han pasado de 15 del verano pasado a 17 en el actual, y agradeció los esfuerzos de Interior «con la sensibilidad y detalles que tienen con las necesidades de Formentera en plena temporada turística».

Señaló que los «objetivos a cubrir por la Policía Local son los mismos del pasado año: control de tráfico en puntos clave en Sant Francesc, la curva de la Caixa, en Sant Ferran en el cruce de es Pujols, un auténtico punto negro en las carreteras de la isla, y miércoles y domingos por la tarde en el acceso y aparcamientos de el Pilar de la Mola, donde desde hace un par de años se han habilitado dos aparcamientos, uno para motocicletas y otro para automóviles que están funcionando muy bien».

Asimismo Ferrer dijo que habrá una pareja de paisano, con los pertinentes permisos del Ministerio de Defensa y la Delegación del Gobierno, que vigilarán las playas por los hurtos o la venta ambulante, y al mismo tiempo cooperarán de forma importante en el control exhaustivo que se hará de ruidos, horarios y volumen de música en los locales nocturnos tanto en es Pujols como en Sant Ferran.

«Descansar»

«De paisano es más fácil captar las infracciones y los establecimientos que no cumplen con sus horarios o niveles de música», ya que, dijo el presidente, «los visitantes tienen derecho a divertirse durante sus vacaciones, pero los que trabajan cada día tienen igualmente derecho a poder descansar». Ferrer apuntó que durante este verano los agentes no tendrán vacaciones, renuncian a uno de sus dos días libres semanales, tal y como ya sucedió el pasado año, volvió a señalar que en el verano de 2006 sólo había 9 efectivos y este año 17, con el esfuerzo económico que supone para el Consell que sin embargo quiere a final de legislatura llegar a una plantilla estabilizada de 20 efectivos, especialmente en verano, que ya supondría tener que evitar esta situación especial, con el sobrecoste que supone para la primera institución de la isla y que, en invierno, deja muy mermada a la plantilla policial porque es cuando deben coger sus vacaciones y días libres a los que han renunciado.