La juez sustituta del Juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa dejó ayer visto para sentencia el caso contra I.M.B., a quien se acusa por un presunto delito de receptación -comprar objetos robados a sabiendas-.

Agentes del Cuerpo Nacional de Policía hallaron un ordenador portátil en su caso que había sido robado. Su propietaria, al ver la foto de su portátil en la prensa, advirtió de que era suyo y que había sido robado. Los agentes de la policía entraron en su domicilio y en otro situado en la misma calle tras solicitar una orden de registro por presunto tráfico de drogas.

En esta operación se encontró droga en uno de los pisos, pero no en el de I.M.B. En cambio, hallaron el ordenador portátil robado por el que ahora el Ministerio Fiscal pide un año de prisión a I.M.B.

En Sant Jordi

El acusado insistió ayer ante la juez en que compró el ordenador en el mercadillo de Sant Jordi sin saber que era robado y que se lo ofreció una persona que no tenía un puesto determinado. Asegura que pagó 400 euros e insistió también en que si él hubiera sabido que era robado no lo habría comprado, ni lo habría guardado en su casa, ni tampoco habría introducido fotografías de su hija y su esposa. Por su parte, el abogado insistió en que a su cliente se le investigó por presunto tráfico de drogas y que no pudo ser condenado por ello y no por receptación, por lo que, dijo, no podría ser procesado por este delito.