Nikki Lauda, a la derecha, acompañado por su cuñado Albi, ayer, en Eivissa, a donde acudió tras conocer el robo del vehículo. Foto: MARCO TORRES
Un modelo de Smart Cabriolet idéntico al que poseía Nikki Lauda. El coche robado es un modelo descapotable normal de serie de color plateado, con matrícula W88337T.

«Vengo a Eivissa mucha veces exclusivamente para conducir este coche. Ello me hace muy feliz, más que ir en mi barco. Quiero recuperarlo». Así se expresaba ayer el que fuera tricampeón del mundo de F1 Nikki Lauda, hombre y nombre de leyenda ligado a la isla desde 1979, fecha desde la que sus visitas a esta parte de Balears, sobre todo a su casa en el municipio de Sant Josep, son constantes. De hecho, viajó exclusivamente desde su país a Evissa al ser informado por uno de sus empleados de que le habían sustraído su Smart Cabriolet, matrícula W-88337T, un modelo de serie, plateado y descapotable, que para él tiene un especial valor sentimental. Este coche se puede conseguir en el mercado por precios que oscilan entre los 13.000 y los 15.000 euros.

Pista

«Estoy dispuesto a pagar 500 euros por una pista y una recompensa negociable si esa información es buena y sirve para recuperar mi Smart», dijo Lauda en la terraza del Ocean Drive instantes antes de regresar a su país ayer por la mañana. «Nikki está convencido de que el coche no ha salido de la isla y no quiere perderlo», apuntó Albi, cuñado de Lauda.

La sustracción del vehículo tuvo que tener lugar entre los días 5 y 9 de este mes, fechas en las que el jardinero y cuidador de su mansión estuvo ausente. El ladrón o los ladrones sólo se fijaron en el vehículo. Ni siquiera intentaron entrar en la casa. Bastó con que saltaran la verja. «Lo vieron, lo abrieron de alguna manera y se las ingeniaron para llevárselo. Así de simple», relató Albi. Un día después el jardinero de la casa se trasladó al puesto de la Guardia Civil de Sant Antoni para formalizar una denuncia por su desaparición.

Lauda, ligado desde siempre a la F1, más adelante empresario de aerolíneas y también comentarista de lujo para la RTL, entre otras ocupaciones, no cree, pese a todo, que la sustracción de su Smart haya sido un hecho intencionado, dirigido directamente contra su persona. «No creo, pero todo es posible. Lo normal es pensar es que les gustara y lo quisieran», comentó el tricampeón del mundo cuando se le preguntó por esta posibilidad.

«No, no tiene nada de especial. Ningún diseño distinto y ni siquiera cuenta con un patrocinio. Fuera siempre conduce coches grandes. Aquí, sólo éste. Es suyo y le disgusta mucho que se lo hayan quitado», concluyó Albi.