Una llamada anónima ha propiciado que el Cuerpo Nacional de Policía pueda liberar a una joven china que, según informó ayer Comisaría, estaba retenida contra su voluntad y sometida a explotación sexual en un piso del municipio de Eivissa. Cuando los agentes llegaron a la vivienda, el pasado martes, la joven comenzó a gritar, informaron fuentes policiales. Los agentes, pertenecientes a la Brigada de Seguridad Ciudadana, detuvieron a Guanghui Y., varón de 40 años, natural de Shandng, a quien se acusa por la presunta comisión de un delito de detención ilegal y otro supuesto relativo a la prostitución.

Una vez localizado el piso, ubicado en la calle Pere Francés, los agentes consiguieron abrir desde el exterior la puerta de la habitación donde estaba recluida la mujer y rescatarla. Acto seguido, y en el mismo domicilio, detuvieron a la persona que, supuestamente, la tenía privada de su libertad y era explotada sexualmente.

Masajista

Según las declaraciones de la joven a la policía, llegó a Eivissa engañada para desempeñar un supuesto trabajo como masajista y, posteriormente, fue coaccionada para que atendiese las llamadas de teléfono vinculadas a un anuncio en la sección de contactos de un diario local y, después, prestase servicios sexuales a los clientes en contra de su voluntad.