Jesús F.R., el malagueño de 20 años sospechoso de estar detrás de una oleada de incendios en Platja den Bossa, ingresó anteayer tarde en la prisión de Eivissa sin derecho a fianza. Ésta ha sido la decisión judicial después de que el acusado no convenciera a nadie durante su declaración en el juzgado de guardia. El presunto pirómano, quien según la investigación policial no sólo alardeaba ante un grupo de menores de sus fechorías sino que también les explicaba cómo perpetraba sus particulares atentados. Sin embargo, aseguró ante el juez que era precisamente esta pandilla de adolescentes y no él la que causaban los fuegos después de negar su participación en estas 'gamberradas'.
Pese a todo, según ha trascendido ahora, Jesús F.R. fue visto en los ocho incendios que se le imputan y sus propios vecinos le «vigilaban» recelosos de su persona. Las patrullas de Comisaría lo sorprendieron en dos ocasiones en las inmediaciones de los incendios y, una vez, al parecer, junto a un contenedor que estaba ardiendo. Su presencia fue aún más sospechosa cuando en muchos de los sucesos él mismo se presentaba para colaborar en las tareas de extinción e, incluso, era quien daba aviso del comienzo de las llamas.
Las pruebas recogidas contra él, además, se unieron a que se le encontró su propio DNI quemado parcialmente junto con otros indicios que se recabaron al relacionarle con la quema de los vehículos siniestrados en las calles Pablo Picasso, Blas Infante, José Vargas Ponce, Federico García Lorca, Ses Falgueres, así como en los dos casos que se registraron en una instalación de la avenida de Sant Jordi. Las consecuencias de este último suceso pudieron ser aún peores porque en la habitación colindante a la que se inició el fuego había almacenadas 16 botellas de gas industrial. En el otro incendio se produjeron emanaciones de gas tras cortarse un tubo del suministro.
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