Tan sólo cinco años de cárcel después de que en un corto espacio de tiempo fuera sorprendido dos veces con un kilo de cocaína en su poder, droga que supuestamente vendía utilizando como tapaderas sus tiendas de ropa en plena avenida de España y en otro comercio de es Viver. Ésta ha sido la condena que aceptó ayer ante la Audiencia Provincial un narcotraficante de Vila que fue condenado en su día a otros cuatro años de prisión por el mismo tribunal y que en ambas ocasiones se ha beneficiado de la posibilidad que ofrece la legislación española de conseguir «reducción» de las penas si el sospechoso reconoce directamente, antes de la vista, los hechos que se imputan y se aviene a una sentencia de conformidad.
La abogada del acusado consiguió ayer para él de nuevo un ventajoso acuerdo que le permitió eludir una condena de ocho años de prisión que pedía para él el fiscal y que todo quedara en una sentencia de cinco. Para el otro acusado en la causa, un empleado suyo de nacionalidad dominicana, la pena quedó reducida en tres años frente a los cinco que el ministerio público solicitó durante la instrucción del caso. El presunto 'narco', un palentino de 50 años afincado en Eivissa, fue detenido por la policía por última vez el 23 de agosto de 2008 cuando en la trastienda de su comercio de la avenida de España se sorprendió a un joven de 21 años de nacionalidad dominicana que, al parecer, guardaba entonces lazos de parentesco con éste, cuando manipulaba gran cantidad de cocaína. El arresto del dueño de la tienda fue esta vez menos complicado que seis años antes. La policía le apresó por primera vez en octubre de 2002 cuando el sospechoso, tras llegar al puerto de Eivissa y verse descubierto, intentó arrojarse al mar con el kilo de cocaína con el que acaba de desembarcar. Los agentes de Comisaría, que detuvieron en la misma operación a su entonces mujer y a su cuñado, se incautaron de otros 85 gramos en un registro que se llevó a cabo en una tienda que poseía la pareja en es Viver. Los agentes encontraron entonces la droga oculta entre varias cajas de zapatos.
Un año después la Audiencia Provincial le condenó a cuatro años de prisión. El tribunal también fijó una pena de tres años para su cuñado, persona que también tuvo que sentarse con él en el banquillo.
La tienda de es Viver cesó su actividad de inmediato pero la de la avenida de España continuó hasta que se volvió a averiguar que el sospechoso, una vez cumplida la condena, había presuntamente vuelto a las andadas con el mismo «modus operandi». En dicho establecimiento se aprehendieron 863 gramos de cocaína, 1.640 de sustancia para corte y 6.060 euros que se cree obtenidos con la venta de este estupefaciente. Al respecto, el fiscal requirió que ademas de la cárcel los dos detenidos hagan frente a sendas multas de 100.000 y 150.000 euros.
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