Los Mossos d'Esquadra investigan si el anciano de unos 70 años que anteayer apareció muerto en el interior de un pozo de una masía de Vidreres, junto a su hija de entre 30 y 40 años y disminuida psíquica, podría haberse suicidado después de haberla arrojado a un pozo. Según fuentes policiales, anteayer al mediodía la hija mayor de la víctima, Josep C., encontró los cuerpos sin vida de su padre y de su hermana menor en un pozo de Can Cluquis, la masía de su propiedad situada a las afueras de Vidreres.
Los últimos días
Tras ser alertados, los Mossos d'Esquadra iniciaron una investigación para esclarecer las circunstancias exactas en que se produjo la muerte de padre e hija y para intentar reproducir los últimos días de la vida de ambas víctimas y encontrar la posible motivación de las muertes. Al parecer, hacía unas semanas que al hombre -que dejó una nota pidiendo, entre otras cosas, que si fallecía lo incineraran- le habían diagnosticado una grave enfermedad.
A pesar de que los encargados de la investigación mantienen abiertas varias posibles líneas, la que toma más fuerza contempla la posibilidad de que el hombre lanzara a su hija al pozo y, posteriormente, se suicidara.
Esto vendría avalado, por ejemplo, por la nota que dejó, y también porque a la hija fallecida, que residía de lunes a viernes en un centro especial en Caldes de Malavella y la iban a buscar los fines de semana, esta semana la fueron a recoger un día antes de lo habitual.
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