Dos hombres, uno en la actualidad preso, fueron juzgados ayer en Eivissa por causas de violencia doméstica. En uno de ellos, el fiscal redujo su acusación a falta de injurias, con 75 euros de multa, después de que la afectada reconociera que ella, por su propia voluntad, había estado viéndose con el sospechoso después de requerir en el juzgado que se dejara sin validez una orden de protección. Según su relato, su ex novio se presentó en un bar de Sant Antoni en el que trabajaba de camarera y le espetó: «Putita, ponme un chupito. Eres la puta más grande del mundo».

En otro caso, el fiscal pidió 19 meses de cárcel a un chileno sospechoso de golpear a su ex pareja después de que ésta irrumpiera en el dormitorio de su sobrino, según ella, sólo para requerirle 12 euros para pagar el butano.