Agentes de la Guardia Civil de Tráfico detuvieron el pasado 13 de marzo al acusado después de que intentara huir de nuevo.

Un joven marroquí de 22 años con problemas con las drogas fue condenado ayer a 21 meses de cárcel después de reconocerse autor de los delitos de conducción sin carné y temeraria, así como de otro de atentado después de que en una de las veces que fue sorprendido estuviera a punto de arrollar con un coche a un agente de la Guardia Civil que le dio el alto. El sospechoso, además, fue condenado en su día por un asunto de violencioa doméstica y por lesiones.

Mohamed A. confesó ante la titular del jugado de lo Penal número 1 de Eivissa, la magistrada Clara Ramírez de Arellano, todos los delitos que se le imputaban en esta ocasión. El fiscal contempló como atenuante que en todos los casos dicha persona tenía sus facultades volitivas y cognitivas sensiblemente mermadas por su adición a las drogas y decidió reducir las penas de cárcel que pedía en su momento.

El acusado fue detenido por última ve el pasado 13 de marzo después de que la Guardia Civil le sorprendiera yendo a excesiva velocidad por la calle Cap Martinet de Jesús. Según el informe policial, el sospechoso intentó darse a la fuga después de que fuera visto cuando hacía extrañas maniobras e invadía el carril contrario poniendo en peligro no sólo a otros conductores sino también a los peatones que pudiera haber.

Mohamed A, protagonizó supuestamente un hecho similar el pasado 21 de enero cuando en la carretera de Sant Josep estuvo a punto de atropellar a un agente cuando le paró, al parecer, en un coche que figuraba como robado. Dicho individuo se escapó después de pedir al afectado que le dejara abrir el maletero para buscar un supuesto permiso de circulación de conducir que no existía. Tras regresar al coche, aceleró bruscamente. El guardia civil logró apartarse a tiempo.