«La vimos haciendo eses y luego nos la encontramos atravesada en la carretera. Al acercarnos vimos su aspecto somnoliento. Nos dijo que estaba esperando a su hijo y que luego se iba hacia es Figueral. Por supuesto, no la dejamos ir. Dio positivo en la etilometría».
Pese a este testimonio de uno de los agentes de la Policía Local de Santa Eulària que en la noche del pasado día 10 sorprendieron bebida esta conductora en la calle Venda des Colons, la mujer se declaró inocente en un juicio al que tuvo que comparecer ayer. La acusada, para quien el fiscal pidió una año de suspensión e carné, multa de 900 euros y 60 días de trabajo para la comunidad, explicó que sólo había bebido dos cervezas, que pasaba por un estado anímico muy malo y que ella misma tras sacar el coche maniobró de nuevo para aparcar tras recorrer unos pocos metros. «No me pagan desde agosto. Estoy con depresión. Yo misma me di cuenta de que estaba muy nerviosa. Incluso llamé a mi pareja para que me recogiera a mí y a mi hijo. No iba a conducir», explicó en el juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa tras reconocer que antes había consumido dos cervezas. Dio una tasa de 0,66 mg/l.
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