El juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa dictará sentencia por este caso de violencia doméstica.

Arrojada del sofá, en el suelo y abofeteada al menos cuatro veces. Así supuestamente acabó una vecina de Platja den Bossa después de hacerse con el control del mando de la televisión tras acabar un partido de fútbol que estaba viendo su pareja. El acusado, un hombre de nacionalidad marroquí que se enfrenta a nueve meses de prisión y al pago de una indemnización de 400 euros, negó estas agresiones y afirmó que la denuncia contra él es una rabieta de su compañera motivada por el disgusto que ella tenía porque no le había hecho ni caso mientras duró la retransmisión del partido. «No me habló en hora y media. No contestaba a nada. Se enfadó. Cuando está afectada entra en el dormitorio y me dice que estoy castigado, que a dormir al sofá y que no se me ocurra entrar en esta habitación», explicó el sospechoso. Éste sólo reconoció haberla empujado con la cadera para apartarla y poder coger parte de la manta que ambos compartían mientras se hallaban en el sofá de un domicilio de la avenida Pedro Matutes Noguera. La víctima, nacida en España, por su parte, relató en el juicio que se vio ayer en el juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa que todo sucedió cuando, tras acabar el partido, su pareja fue a tirar la basura y, al volver, sufrió un ataque de agresividad por su impaciencia para recuperar el mando de la televisión y su parte de manta. «Me dio un empujón y me tiró al suelo. Al menos me dio cuatro bofetadas. Su fuerza fue tal que un pendiente salió volando», declaró la denunciante. «Le devolví el mando, le dije que hiciera por la mañana la maleta y me fui a la cama. Pasé una noche de mucha intranquilidad» añadió.

Tanto la mujer como el acusado señalaron que durante su relación, que ambos dieron por rota, había habido otras discusiones, insultos y, «como mucho, empujones».