Un joyero de Moral de Calatrava (Ciudad Real) cuyo cadáver fue encontrado carbonizado en el maletero de su coche en Villafranca de los Caballeros (Toledo) no había sufrido ningún atraco o robo en los quince años que llevaba dedicado a la joyería.
Así lo ha indicó Juan José, el hermano de Eduardo Gómez Castro, joyero de 40 años, casado y con dos hijas de doce y siete años cuyo cuerpo está en el Instituto de Medicina Legal de Toledo para su identificación oficial mediante la prueba del ADN.
Juan José éxplicó que del coche de su hermano -que desapareció el sábado y fue encontrado en la mañana del domingo- había desaparecido la mercancía que transportaba, por lo que se sospecha que el móvil es el robo.
Aseguró que su hermano nunca había sufrido ningún robo ni en el establecimiento que regentaba ni en sus visitas a clientes de otras localidades y ha añadido que a la familia no le constaba que hubiera recibido amenazas ni que sospechara de nadie.
El joyero desapareció el sábado cuando fue a visitar a varios clientes del pueblo toledano de Villafranca de los Caballeros y una de ellas, al ver que no llegaba, avisó a su esposa, momento a partir del cual la familia puso una denuncia por desaparición y la Guardia Civil empezó la búsqueda.
Preguntado por este asunto en Toledo, el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano, pidió prudencia y confianza en el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y ha manifestado que todas las líneas de investigación están abiertas
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