Dos residentes de nacionalidad ecuatoriana tuvieron que sentarse ayer en el banquillo del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa después de que la ex mujer de uno de ellos les acusara no sólo de golpearla en Nochevieja en una discoteca de ses Figueretes sino también de ocasionar un disturbio en la puerta de este local con cadenas, correas y armas blancas. La acusación particular pidió tres años de prisión para el principal implicado, un hombre que en mayo de 2006 fue condenado a un año de cárcel por maltrato y que entonces, como ahora, dijo ser víctima de un montaje de su ex pareja para que se fuera de la isla.

De hecho, el sospechoso aseguró no haber visto a la denunciante en los últimos cuatro años, fecha en la que su mujer le acusado de distintos hechos de maltrato. Según la defensa, dicha denuncia se interpuso después de que el actual novio de la mujer, un taxista de la isla, fuera detenido tras presuntamente presentarse en el domicilio familiar de su cliente y atacarle con una pistola de descargas eléctricas a la que siguió una paliza. Este caso está pendiente de juicio y el sospechoso de estos hechos se enfrenta a tres años de cárcel por lesiones.

El suceso más actual ocurrió entrada la madrugada del pasado día 1 en la discoteca Blu, ubicada en la calle Navarra. Los acusados, para quien el fiscal pide respectivamente dos años de cárcel para uno de ellos y para el otro una multa de 200 euros, había estado antes en una explanada de Can Misses donde muchos de sus compatriotas se reunieron para celebrar el Año Nuevo. Según ambos, fueron ellos las verdaderas víctimas cuando, con otro acompañante, fueron atacados por la denunciante, muy bebida, y por sus amigos después de que todos ellos coincidieran por casualidad y se vieran sorprendidos por la presencia de éstos.

La afectada, por su parte, afirmó que, de improviso, recibió un fuerte puñetazo en la espalda y que a continuación vino la trifulca y los avisos a la policía. Los dos detenidos fueron encontrados luego por la policía en el exterior de la discoteca. El principal sospechoso responde de maltrato, quebrantamiento de condena y amenazas, mientras que su hermano de una falta por este último hecho.