La Guardia Civil interceptó el vehículo de la sospechosa tras constatar que éste había sido robado en Sant Antoni.

La responsable del juzgado de lo Penal número 2 de lo Penal de Eivissa, la magistrada Martina Rodríguez, ha absuelto a una conductora de nacionalidad uruguaya que fue sorprendida por la Guardia Civil cuando circulaba con un coche que había sido sustraído de Sant Antoni el pasado 4 de mayo, mes en el que también fue detenida la sospechosa y acusada de receptación.

Ésta afirmó que el coche se lo había dejado un conocido, vecino suyo, y que ella ni se imaginaba que era robado. Al parecer, el turismo, un Renault Clio, estaba siendo disfrutado tras su hurto por una comunidad de «okupas».

La juez destaca en su sentencia no sólo que no se han hallado pruebas de que la mujer tuviera conocimiento de la procedencia del coche sino que la propia Guardia Civil destacó en su informe la «gran sorpresa e incredulidad» que ésta demostró cuando le explicaron que el coche era sustraído.

La acusada, para quien el fiscal pedía una condena de nueve meses de prisión, explicó en el juicio que tras conocer a un hombre en una cafetería y plantearle que carecía de medio para ir a recoger a un familiar al aeropuerto, éste se ofreció a dejarle su coche.

El vehículo, además, no presentaba ninguna marca o señal de forzamiento y «además era accionado por su propia llave», señala la sentencia. «No hay datos externos que permitan configurar la certidumbre de la acusada acerca de la procedencia delictiva del vehículo de referencia.

El coche se accionaba con sus propias llaves, no había hecho falta ningún mecanismo para sustituir la carencia de los mismos, no presentaba signos de forzamiento y los agentes que proceden a interceptar el vehículo y detiene a la acusada refieren la extrañeza enorme de la acusada», concreta la juez Rodíguez.

Asimismo, la magistrada apoya su decisión en el propio comportamiento de la afectada a la hora de aportar datos durante la investigación. «Indicó a los agentes, acompañándoles a la vivienda de las personas que se lo habían dejado aunque, eso sí, no estaban en ella pues era una finca que parecía habitada por okupas», resuelve el dictamen judicial.